3 de Enero de 2018 | De: Anonymous
Categorías: Transición a la edad adulta
Mi hija tiene 25 años. Trabaja 10 horas a la semana y gana $9 por hora. Cuando otros papás escuchan del trabajo de Lisa, se imaginan que ella es mucho más funcional que sus hijos adultos con discapacidades. Asumen que Lisa es uno de los pocos adultos con discapacidades que tienen suficientes habilidades para tener un trabajo bien pagado.
La verdad es que Lisa necesita mucho apoyo en su trabajo. Sin ese apoyo deliberado que le brindan todas estas personas Lisa no tendría el mismo éxito.
Lisa tiene problemas de salud muy significativos que limitan el número de horas que puede trabajar en un día. Demasiado trabajo la debilitaría demasiado y sus problemas médicos empeorarían por el cansancio. Así que solo trabaja dos horas al día. Nos costó mucho trabajo encontrar un empleador que estuviera de acuerdo en darle una posición que demandara trabajar solo dos horas al día.
Sus problemas de salud tampoco hacen posible que maneje. Tuvimos que hacer arreglos para transportarla de ida y vuelta a su trabajo todos los días.
Entre nuestra familia y el entrenador del trabajo de Lisa, creamos horarios visuales ya que ella tiene habilidades limitadas de lectura. Los horarios visuales contienen una lista de responsabilidades que Lisa tienen que hacer todos los días. Este horario ayuda a asegurarnos que Lisa complete todas sus tareas en sus dos horas de trabajo. El horario está pegado en la puerta de un gabinete en su trabajo y en un papel que trae en su bolsillo todos los días.
Algunas de las tareas de Lisa eran mucho más difíciles y requerían más pasos de lo que ella podía hacer día a día. Para ayudarla a que fuera multifuncional, hicimos tarjetas individuales de todos los pasos que eran necesarios para cada tarea. Las tarjetas las pusimos en un llavero el cual es muy práctico para que lo cargue a todos lados. Siempre las consulta cuando las necesita. Eventualmente aprendió a hacer algunas cosas sin usar las tarjetas. Pero algunas de las tareas más difíciles todavía requieren que siga las instrucciones de las tarjetas paso a paso.
Su entrenador de trabajo le ayuda cuando es necesario. Al principio él estaba ahí todos los días la mayor parte de su jornada de trabajo. Ahora el entrenador solo la visita una vez al mes para saber si necesita apoyo.
Lisa tiene habilidades motoras muy limitadas, esto hacia que algunas de sus tareas se le hicieran muy difíciles. Entre su empleador, su entrenador y la familia trabajamos juntos para ordenarle algunas piezas para adaptarle el equipo de trabajo y así ayudarla a que fuera más independiente en esas tareas.
Como pueden ver, el éxito de Lisa no es mera coincidencia. Requiere mucha planeación y preparación. Toma mucho apoyo de mucha gente. Pero tomando las medidas adecuadas Lisa tiene éxito en el trabajo. Su empleador y sus colegas aprecian mucho el trabajo que ella hace y Lisa viene a casa con un bien ganado y respetable cheque cada dos semanas.
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