17 de Julio de 2018 | De: Marty Barnes
Categorías: Apoyo para la familia
Mi suegra falleció hace poco tiempo. Mi esposo y yo viajamos a Chicago para ayudar a la familia con los arreglos funerarios. Hay muchas cosas que se tienen que hacer en una ocasión como esta.
Lo que la gente no sabe es que mi esposo es el más chico de 7 hombres. El quinto hijo tiene discapacidades. Cuando nació en 1965 las cosas eran muy diferente. No había servicios, recursos, grupos de apoyo u opciones médicas como las que tenemos ahora.
La familia no se dio cuenta que tenía una discapacidad hasta que empezaron a notar que no alcanzaba sus hitos. A medida que los otros hijos crecieron y fueron abandonando el hogar, él se quedó ahí con mi suegra. Esa era la vida que ellos conocían.
Después de que tuvimos a Casey, especialmente después de ponerla en la exención de Medicaid, nos dimos cuenta de lo difícil que era obtener los servicios. Y qué fácil es perderlos. Hablamos con mi suegra acerca del papeleo legal de mi cuñado y de cómo se tenía que asegurar que todo estuviera en regla para que no perdiera sus servicios el día que ella muriera. Queríamos que estableciera un tutor y un fideicomiso para su hijo.
Cada vez que hablábamos de esto nos decía, “Ya lo sé, ya lo voy hacer” pero no lo hacía. Entiendo que no sea nada cómodo hablar de eso. Que nadie quiere pensarlo. Cuando tienes un niño con una discapacidad (aun cuando sea un adulto) esto es algo que se tiene que hacer.
Cuando empacamos y nos subimos al avión, mi esposo y yo íbamos muy preocupados pensando que encontraríamos un desastre. Años atrás algunos de los hermanos también le recordaron que tenía que poner las cosas en orden. Pero nadie sabía si lo había hecho.
Los hermanos y sus familias se juntaron en la casa de mi suegra la primera noche que estuvimos allá. Uno de los hermanos abrió la caja fuerte. Sentimos un gran alivio cuando vimos lo que estaba dentro. ¡Lo había arreglado todo! Hasta dejó por escrito todo lo que quería en su funeral.
Nos dio mucho gusto saber que todas las cosas de mi cuñado se habían puesto en orden desde mucho tiempo atrás. Fue un gran recordatorio para mi acerca de lo importante que es tomar medidas de precaución. Existen servicios legales gratis, así como aquellos que se tienen que pagar, los dos están disponibles para que ponga en orden la situación de su hijo.
Si todavía no lo ha hecho empiece el proceso ahora mismo. Aun si estas en perfecto estado de salud.
A nadie le gusta que nuestros hijos pierdan beneficios o que llegaran a ser puestos en lugares en los cuales no nos gustaría que estuvieran. Nadie quiere perder todo lo que ha ahorrado para su hijo en gastos de cortes y abogados. Así que por favor tome el primer paso ahora mismo.
Aquí encontrara más información acerca de sus opciones legales después de los 18 años de edad y de la tutela y custodia legal.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
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Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
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¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
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