1 de Septiembre de 2020 | De: Shailen Singh
Categorías: Diagnóstico y el cuidado de la salud, Apoyo para la familia
Mi hijo tiene siete años y todavía toma líquidos con un biberón. Nosotros no planeamos esto y hemos tratado de darle la vuelta, pero el biberón le brinda el flujo que él necesita para digerir los líquidos apropiadamente.
Hemos gastado una pequeña fortuna en todos los vasitos para bebés que te puedas imaginar. Ninguno funcionó tan bien como el biberón. No lo usamos todo el tiempo, solo en las mañanas y en las tardes para asegurarnos de que obtenga suficientes nutrientes. Es algo que él puede controlar, una cosa menos por la cual nos tenemos que preocupar. Un vasito inevitablemente provocaría que los líquidos se fueran por el tubo equivocado.
Siempre nos ha dado vergüenza decirle esto a las personas. Hemos tratado de explicarle a los doctores y terapeutas por qué seguimos usando el biberón. Muy seguido nos enfrentamos a la duda y reclamos, los cuales nos piden que encontremos algo que sea más apropiado para la edad de nuestro hijo. Por dentro estamos gritando, “estábamos haciendo lo mejor que podemos” pero solo nos reímos y decimos, “trataremos de hacer algo mejor.”
Hace unas semanas pasó algo diferente. Le hicieron una prueba a mi hijo para asegurarnos que no estuviera aspirando mientras tomaba líquidos. Llevamos el biberón, así como un juguito en botella y otros utensilios para alimentarlo. Y claro, lo que mejor le funcionó fue tomar del biberón.
La terapeuta del habla revisó la información y nos preguntó como usábamos el biberón. Le dijimos que el único propósito del biberón era que nuestro hijo obtuviera todos los nutrientes. Ese día me sentí valiente y le dije que ya habíamos tratado todo y que esto era lo que mejor funcionaba. Ella solo nos dijo “Bueno, entonces parece que es una buena idea. Definitivamente síganlo haciendo.”
No íbamos a dejar de usar los biberones, pero el que nos apoyaran significó una gran diferencia para nosotros. Nos enfocamos en algo que funcionalmente trabaja para nuestro hijo. No se le culparía por no seguir los estándares de desarrollo oral. Está comiendo. En nuestra mente eso es más que suficiente. Fue muy reconfortante el escuchar que alguien estaba de acuerdo con nosotros.
La verdad es que puede ser que mi hijo nunca haga nada incluido en esa curva del desarrollo. Y no hay nada malo en eso. En lugar de hacerlo que encaje en esa curva, ¿qué tal si creamos una nueva para él? Una que sea única y perfecta para él.
Finalmente nos dieron permiso para que tomara de un biberón. Fue un día muy bueno, muy bueno.
Algunos niños con discapacidades enfrentan retos para alimentarse. Aquí encontraras información que te ayudará.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
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Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
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¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
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