2 de Febrero de 2018 | De: Anonymous
Categorías: Apoyo para la familia, Transición a la edad adulta
Mi hija está en el espectro del autismo. Ella no utiliza comunicación verbal. Ella prefiere utilizar juguetes para bebés en lugar de otras cosas que usaría una adolescente para entretenerse.
Ella en gran medida parece no saber de cualquier sentimiento de vergüenza o timidez cuando se trata de otras personas. Ella no muestra interés en necesitar privacidad o secretos cuando se trata de cuidado personal o vestirse. Honestamente no estoy segura que ella siquiera note o se preocupe si la envié a la escuela desnuda o medio vestida.
Pero he decidido que su dignidad es importante, que su modestia y privacidad son vitales. Protegeré su privacidad, incluso aun si ella no muestra interés en necesitarla. Protegeré su dignidad aun cuando parezca no importarle. Si no la protejo, ¿quién lo hará? Voy a establecer este estándar para cualquier persona que cuide de ella.
Las chicas adolescentes quieren y necesitan privacidad. Ellas no quieren a sus madres argumentando sobre sus funciones corporales o de su progreso durante la pubertad. Ellas no quieren que sus padres hablen acerca de sus hábitos en el baño a otras personas.
Las chicas adolescentes no quieren que se hable de todos sus secretos y “cosas privadas de chicas”. Y si es inapropiado y molesto para otras chicas adolescentes, entonces es inapropiado e incómodo para mi hija.
Siento vergüenza ajena cuando veo a padres publicar algo en las redes sociales acerca de su hijo con discapacidad lo cual nunca hubieran publicado acerca de sus hijos sin discapacidades.
Se me parte el corazón cuando escucho a los padres discutir asuntos privados del baño o detalles acerca del cuidado con otras personas. No es asunto de nadie a excepción de las personas encargadas de proveer cuidados para el niño. Y nosotros, como padres, debemos trabajar duro para proteger la dignidad de nuestros hijos al no hablar acerca de asuntos privados en público o con otros.
Si tienes productos para la higiene personal o aseo, mantenlos cubiertos para que nadie los vea. Si hay un problema con la higiene o el aseo que necesita ser discutido, entonces hazlo en privado y en voz baja.
No pienso que lo padres quieran herir intencionalmente a sus hijos al discutir temas privados, pero pienso que los padres deberían de estar conscientes de lo que es apropiado y lo que no es apropiado. Invito a los padres a hacer una promesa a sus adolescentes o hijos adultos que nadie conocerá los detalles de su cuidado personal a menos que sea necesario que esa persona los conozca.
Exhorto a los padres a parar de publicar en las redes sociales. Si tu hijo se comunica verbalmente pídele permiso para publicar. Pregúntate a ti misma “¿Me gustaría que alguien publicara esto acerca de mí?” y si no te gustaría, entonces vamos a mostrarle respeto a nuestros hijos al no publicarlo.
Parece simplemente justo y correcto. Nuestros niños merecen dignidad y respeto. Ellos merecen dignidad y respeto incluso cuando actúen como si no fuera importante para ellos.
Puedes encontrar más información sobre adolescentes con discapacidades o pubertad y sexualidad en este sitio web.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
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Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
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¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
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