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A veces nos suceden cosas malas y dolorosas, o les suceden a nuestros hijos, familias, comunidades. A muchas de estas cosas se les puede llamar trauma. Si sospechas que tu hijo ha pasado por un evento traumático hay maneras en las que puede sanar y hay ayuda disponible para que pueda seguir adelante. Para sanar, el trauma necesita seguir su propio proceso de curación. En esta página te podemos ayudar a distinguir las señales que indican que tu hijo está batallando, para que lo puedes ayudar y darle las herramientas que necesita para ser lo más feliz y saludable posible.
Un trauma puede ser algo que sucede una o varias veces. Es algo que causa temor, algo peligroso o violento que le sucede directamente a un niño (o cualquier otra persona). O algo que le sucede a alguien más, especialmente un ser querido, de lo cual es testigo. No todos los eventos que causan temor, que son peligrosos o violentos resultan en un trauma. El trauma incluye situaciones en las que niños temen por su vida, en las que creen que ellos o alguien más resultarán herido seriamente, en las que se sienten sumamente amenazado o en las que se viola su persona. Todos sobrellevamos estos eventos traumáticos de manera diferente.
Los eventos traumáticos incluyen cosas como:
A lo mejor quieras ver nuestra página Preparativos para casos de emergencia para familias de niños con discapacidad que te ayudará a planear con anticipación y reducir el trauma en caso de que suceda un desastre natural.
Si tu hijo tiene una discapacidad o necesidad especial de salud, trauma médico es un asunto que debes considerar. El trauma médico tal vez suceda después de una enfermedad grave, una cirugía, un tratamiento médico o estar internado en un hospital. Muchos niños batallan con manejar el estrés que resulta de estas experiencias, especialmente si estuvieron en la unidad de cuidados intensivos (ICU por sus siglas en inglés) o cuidados intensivos neonatales (NICU por sus siglas en inglés) o si han tenido que estar dentro y fuera del hospital frecuentemente. Mientras te encuentres ayudando a que sane el cuerpo de tu hijo, no olvides que su mente y espíritu también tienen que sanar.
Es difícil saber cómo van a reaccionar los niños a un trauma, pero es importante reconocer los efectos y recordar que cada niño reacciona de manera diferente, ya sea justo en el momento, después y hasta tiempo más tarde. Si tu hijo ha pasado por un trauma quizás se sienta de muchas maneras: aterrorizado, abrumado, desconfiado de otras personas, inseguro, culpable o avergonzado. Mientras que algunos niños se recuperan rápido después de un trauma, hay otros que tienen dificultades mentales, físicas, sociales, emocionales o espirituales por muchos años.
Si tu hijo vivió un evento traumático, y notas que no actúa como lo hacía antes, quizás sea la primera señal de lo que llaman “tensión traumática”. La tensión traumática es un cierto tipo de tensión que puede suceder después de un trauma. Tu hijo tal vez lo tenga cuando la situación sea demasiado intensa y no pueda lidiar con la tensión y tanto su mente como su cuerpo se ven abrumados.
Dependiendo de la edad de tu hijo y su etapa de desarrollo, estos son algunas de las señales de tensión traumática que debes buscar:
Muchas veces los padres de familia notan que sus hijos empiezan a tener problemas cuando algo de alguna forma les recuerda el trauma (llamados “desencadenadores del trauma”). Una persona que sobrevive a un evento y no recibe ayuda puede tener problemas el resto de su vida. Afortunadamente hay maneras en las que los niños (y adultos) pueden recibir tratamiento y sanar. Además hay muchos profesionistas y programas que pueden ayudarte a proveer el tratamiento para los síntomas de tu hijo y llegar a entender lo que está sucediendo, ya sea tensión traumática o algo más.
Recuerda que a veces la reacción de tu hijo al trauma no pasará de inmediato o quizás aparente ser un comportamiento difícil. Los niños que han vivido traumas múltiples o complejos, quizás desarrollen en sí una condición de salud mental semejante al trastorno por estrés postraumático (PTSD por sus siglas en inglés), depresión o ansiedad. Sin embargo, no muchos niños desarrollarán este tipo de condiciones.
Escucha lo que te dice tu hijo y apoya su manera de sentirse. Si parece que para él es difícil recuperarse de un evento traumático o empieza a decir y a hacer cosas que te preocupan, consigue ayuda.
Queremos que sepas que hay personas y programas para ayudarlos, y maneras de darle a tu hijo las herramientas que necesita para lidiar con el trauma y prevenir otros problemas. Muchos de los profesionales en salud mental están capacitados para manejar casos de trauma y de tensión traumática. Cuando lleves a tu hijo para que lo ayuden, asegúrate de mencionar el evento o eventos traumáticos que vivió y qué clase de comportamientos y sentimientos notas en tu hijo.
Hay cosas que debes buscar en los programas y servicios que recibe tu hijo (ya sea en la escuela, las terapias o la atención médica) que te confirmen que tienen conocimientos sobre trauma. Tú, como padre de familia, puedes ayudar a tu hijo al estar informada sobre el trauma y el tratamiento para trauma. Nosotros recopilamos algunos consejos de otros padres de familia y expertos para ti.
La red National Child Traumatic Stress Network Red Nacional de Tensión Traumática en Niños tiene estos consejos para padres de familia y cuidadores y estos otros consejos sobre cómo conseguir ayuda) (en inglés) que provee un profesional. También puedes consultar nuestra página sobre cómo encontrar recursos de salud mental para niños donde hay más información sobre profesionales en salud mental y los programas disponibles. También puedes ayudar a tu hijo a fortalecer su capacidad para recuperarse.
La capacidad de recuperación significa que una persona puede vivir una experiencia de estrés o trauma, lidiar con ésta y seguir adelante con su vida. Tú puedes ayudar a tu hijo a aumentar su capacidad de recuperación para que bajen las probabilidades de que tenga problemas más adelante y esté más saludable mentalmente.
Estas son algunas maneras de aumentar la capacidad de recuperación:
Todos los niños (y la gente) pueden fortalecer su capacidad de recuperación en cualquier momento, aún si no padecen de una condición de salud mental y nunca han vivido un trauma. El sitio Healthy Children.org (Niños saludables) tiene más consejos sobre cómo fomentar la resiliencia en los niños.
Hay un método de atención para trauma llamado “atención informada de traumatismos”. Los programas médicos, educativos, de salud mental y de servicio social la usan para asegurarse que cualquier persona que recibe cuidado no quede traumatizada (o aún más traumatizada) durante el proceso del tratamiento. Esto quiere decir que los profesionales en el programa de tu hijo, los servicios y el tratamiento saben sobre trauma. Saben cómo reconocer los efectos de un trauma y cómo responder de la manera correcta. Todos, desde la recepcionista, el médico y hasta el personal de mantenimiento del consultorio, forman parte del mismo equipo que busca de prevenir y curar el trauma. No todos los programas están completamente actualizados sobre la “atención informada de traumatismos”, pero definitivamente es algo que puedes indagar o puedes buscar.
Por ejemplo, algunos lugares quizás limiten el movimiento de tu hijo con discapacidad o necesidades especiales de salud (que lo amarren o sujeten) cuando su comportamiento se hace difícil de manejar. Puesto que mantener a un niño sujetado en contra de su voluntad puede ser traumático, otros lugares usan esta opción cuando no funciona nada más. Primero intentan otros métodos para ayudar a tu hijo a permanecer quieto, tranquilo y seguro durante un arrebato en su manera de comportarse o durante un tratamiento. La sujeción es un tema complicado y a veces es necesario usarlo por razones médicas. El personal en los lugares que proveen atención informada de traumatismos trata de evitar este método al tratarse de un caso de comportamiento o crisis de salud mental.
Aquí están algunas cosas importantes sobre la atención informada de traumatismos que debes buscar en los programas de atención, de acuerdo a los padres de familia y otros expertos:
Con sólo saber lo que es el trauma, escuchar a tu hijo y hacerle frente al trauma y sus efectos, tú puedes ayudar mucho a tu hijo y a tu familia.