Cuando una persona se convierte legalmente en adulto el día que cumple 18 años, muchos de los servicios que recibe cambian, así como la forma de obtener ayuda para pagar esos servicios.
Algunos de esos cambios afectan:
Aunque hay un cambio legal a los 18 años, puedes empezar temprano, incluso desde que nazca tu bebé, a planificar y preparar a tu hijo para la edad adulta. Hemos elaborado una lista de los cambios en los servicios que debes tener en cuenta conforme tu hijo pase por la transición.
Estos son algunos de los programas en los que tu hijo podría participar como adulto si cumple todas las normas y es aprobado:
Las exenciones son otros servicios que tu hijo podría recibir. Todos estos programas se basan en el ingreso de tu hijo, no en el ingreso familiar. La mayoría de estos programas tienen listas de interesados muy largas, muchos padres las conocen como “listas de espera”. Aunque esperes que tu hijo no necesite nunca esos servicios, es muy importante que lo incluyas en la lista de interesados de los programas que más puedan satisfacer sus necesidades. Siempre tienes la opción de rechazar los servicios una vez que tu hijo sea el próximo en la lista, así que inscríbelo desde ahora. No hay una edad mínima para anotarse en las listas de interesados.
A continuación te damos una lista de exenciones para adultos y la edad a la que tu hijo podría empezar a usarlas. Visita nuestra página de exenciones para obtener más información sobre cada programa y cómo inscribirte.
Las siguientes exenciones son para personas de todas las edades:
Los siguientes son programas que ya no estarán disponibles para tu hijo cuando se convierta en adulto:
Algunos niños que han estado recibiendo servicios de educación especial pueden recibir formación laboral para ayudarlos a desarrollar las habilidades que necesitan para vivir de forma independiente. El distrito escolar puede proporcionar estos servicios a tu hijo hasta el final del curso escolar, cuando cumpla 22 años. Para obtener estos servicios, tu hijo tiene que haberse graduado sin suficientes créditos para un diploma recomendado y estos servicios de formación tienen que figurar en su Programa Educativo Individualizado. Estos servicios se prestan sin ningún costo para las familias. Para ver más información, visita nuestra página sobre la terminación de la educación pública.
Si tu hijo es mayor de 18 años, recibe servicios de educación especial y quiere obtener una formación laboral, también podría recibir ayuda de la Comisión de la Fuerza Laboral de Texas (TWC). La TWC ofrece programas de capacitación y cubre los costos de tecnologías de apoyo para adultos con discapacidades y necesidades médicas especiales. Si tu hijo dice que quiere trabajar de adulto, a partir de que cumpla 14 años la TWC puede enviar a un orientador a las juntas de admisión, evaluación y salida de la escuela.
Cuando tu hijo cumple 18 años, la mayoría de los programas dejan de tener en cuenta los ingresos de tu familia y solo se fijan en los ingresos, los bienes y los ahorros de tu hijo para decidir si puede recibir servicios o prestaciones. Varios programas federales y estatales establecen un límite de $2,000 en ahorros. Si los ahorros de tu hijo rebasan esa cantidad, no podrá recibir los servicios.
Existen más formas de ahorrar para el futuro de tu hijo. Es una buena idea considerar la creación de un testamento y un fideicomiso para necesidades especiales. Estos documentos protegen la capacidad de tu hijo para recibir y mantener los beneficios. Puedes hacer estos trámites mucho antes de que tu hijo cumpla 18 años.
También puedes investigar sobre el Programa Texas ABLE. Ofrece cuentas de ahorro para personas cuya discapacidad o necesidades médicas especiales comenzaron antes de los 26 años. Tener una cuenta de ABLE puede contribuir a la independencia, la salud y la calidad de vida de tu hijo.
Cuando tu hijo es menor de 17 años y lo llevas al médico, al banco o a la escuela, las personas que están allí suelen hablar contigo primero sobre lo que le ocurre a tu hijo. Incluso cuando tu hijo está altamente involucrado en sus decisiones de vida, tú eres legalmente responsable de las decisiones finales.
Eso cambia el día en que tu hijo cumple 18 años. Tu hijo se convierte en el responsable de sus propias decisiones de vida, atención médica y acciones. Ante la ley, la escuela, el banco y los médicos deben trabajar directamente con tu hijo. Es posible que todavía tomen en cuenta tus opiniones pero no pueden darte ninguna información a menos que tu hijo así lo indique o tengas documentos legales en vigor.
Hay formas de compartir la toma de decisiones con tu hijo o de que sigas siendo legalmente responsable de ciertas decisiones. Si crees que tu hijo no puede gestionar decisiones de la vida adulta por sí mismo, existen herramientas legales para protegerlo. Para ver más información, visita nuestra página sobre las opciones legales a partir de los 18 años. Aunque muchas de estas herramientas y protecciones no entran en vigor hasta el día en que tu hijo cumple los 18 años, puedes empezar a prepararte incluso años antes.