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Hasta que tu hijo cumpla 18 años, tú tienes el control legal de todas las decisiones importantes de su vida: vivienda, finanzas, educación, atención médica y otras decisiones de la vida diaria. Entonces, a los 18 años tu hijo adquiere el control legal de todos estos aspectos.
Quizás notes que tu hijo no estará listo para tomar estas decisiones importantes a los 18 años. Algunos adultos con discapacidades o necesidades médicas especiales tal vez nunca puedan tomar algunas o todas las decisiones importantes de su vida sin ayuda.
Pero tienes opciones y herramientas legales que pueden ayudar a proteger y apoyar a tu hijo. Tomar la decisión correcta para tu familia puede ser un proceso emocional y complicado.
Como dijo el equipo de Texas Parent to Parent:
“Algunos padres evitan tomar estas decisiones, pero si no haces nada tu familia y tu hijo podrían tener problemas en el futuro. Por ejemplo, una mamá nos compartió que el padre de su hijo, su exesposo, le concedió la tutela de su hijo a una organización sin fines de lucro mientras el hijo vivía con ella. Ella no tenía idea de que debía proteger a su hijo de una situación como esa. Para ese entonces, la organización tenía ya el derecho legal de tomar decisiones a nombre del joven”.
Queremos ayudarte a entender todas tus opciones y cómo hacer planes.
Hay maneras formales e informales de ayudar a tu hijo. Algunas son tan sencillas como abrir una cuenta de banco a nombre de ambos para ayudarle a administrar su dinero. Otras podrían requerir la participación de un abogado o de un tribunal.
Estas son algunas opciones que pueden otorgarte el derecho legal de ayudar a tu hijo sin involucrar al sistema judicial. Para más información consulta la página Herramientas legales para personas con discapacidades.
También existen opciones menos formales de apoyo para tu hijo adulto, como encontrar una vivienda con apoyo y crear su propia red de personas de confianza. Tu hijo también podría participar en un programa de exención de Medicaid para obtener servicios de apoyo para vivir en casa o en la comunidad.
Todas las opciones legales tienen sus beneficios y riesgos. A continuación, incluimos información básica que recopilamos de otros padres para ayudarte a obtener más información, pero esto no debe considerarse como asesoramiento legal o financiero.
La toma de decisiones con apoyo: Texas fue el primer estado en tener la toma de decisiones con apoyo como una opción legal. Esto permite que los adultos con una discapacidad obtengan ayuda para administrar su vida sin restricciones de tutela.
Si tu familia está interesada en esta opción, tu hijo puede firmar un acuerdo que te permita (o a otra persona de confianza) acceder a información para ayudarlo a tomar decisiones sobre atención médica, educación, vivienda o finanzas. Puedes ayudar a tu hijo a entender y considerar opciones, y ayudarlo a tomar y comunicar sus decisiones.
Asimismo, un poder notarial te permite compartir el control sobre ciertas decisiones de vida con tu hijo. Los hijos pueden dar a los padres o tutores el poder legal para tomar ciertas decisiones, en caso de que ellos no puedan.
Tutela: Si crees que tu hijo está incapacitado, o sea que no puede manejar su vida de manera independiente con los apoyos mencionados, puedes solicitar la tutela a un tribunal. Obtén más información sobre el proceso en nuestra página sobre tutela o en La experiencia de un padre que solicitó la tutela de su hijo.
Apoyos informales o ningún apoyo: Esta elección le brinda a tu hijo total independencia y no cuesta mucho dinero. Sin embargo, es importante pensar en las necesidades y capacidades de tu hijo para la edad adulta mucho antes de que cumpla 18 años.
Si tu hijo no está preparado para manejar su vida por sí mismo, existen riesgos por no contar con protecciones legales establecidas. Por ejemplo, tu hijo puede decidir dónde y cómo desea vivir, o tomar otras decisiones financieras o legales por sí solo. Si no puede tomar estas decisiones de manera segura, otra persona puede intervenir y pedir al tribunal protecciones legales como la tutela.
Ninguna decisión es para siempre. Puedes empezar sin herramientas legales y luego utilizar un acuerdo para la toma de decisiones con apoyo, poderes notariales o solicitar la tutela si lo crees necesario cuando tu hijo sea mayor. O bien, puedes pedirle a tu hijo que firme un acuerdo para la toma de decisiones con apoyo o un poder notarial para la atención médica a los 18 años, pero no involucrarte en sus decisiones sobre la vivienda. Debes saber que puedes elegir diferentes opciones a medida que tu hijo cambia y se desarrolla.
A otros padres les ha resultado útil hacerse estas preguntas:
¿Quién se puede ver afectado por tus decisiones? ¿Quién te puede ayudar a tomar estas decisiones?
Las cuestiones legales afectan a muchas familias de niños con discapacidades y necesidades médicas especiales cuando sus hijos se acercan a los 18 años. La información que se presenta aquí no constituye asesoramiento legal o de planificación financiera específico. Más bien, es información que obtuvimos al hablar con padres y abogados con experiencia. Habla con un abogado o asesor financiero para obtener asesoramiento sobre tu situación. El Colegio de Abogados de Texas puede recomendarte un abogado.
“Antes de que mi hija cumpliera los 18 años, me preocupaba cómo apoyarla cuando fuera adulta. Me sentí muy agradecida cuando supe sobre el acuerdo para la toma de decisiones con apoyo. Este es un documento legal que me permite reunir información y discutirla con mi hija para que tenga toda la información que necesita para tomar una decisión informada. Ella sigue tomando la decisión final, pero yo participo para ayudarla a llegar a ella”.
“Me sentí extasiada y aliviada cuando obtuve la tutela de mi hija porque sabía que era el momento, debido al cambio en sus necesidades. Tomó mucho trabajo pero me dio tranquilidad”.
“Mi hijo cumplió 21 años el año pasado. Temía que cumpliera los 18 años porque sabía que era el comienzo de su transición a la edad adulta. A menudo le dije a la gente que me sentí igual que cuando nació. Tenía muchos nuevos términos y sistemas por aprender y navegar. Hay menos apoyo para encontrar esas respuestas (para los jóvenes), especialmente cuando tu hijo tiene necesidades médicas considerables. No quería perder la continuidad de la atención médica, terapia, etc. Los médicos para adultos no están acostumbrados a tratar con personas como mi hijo y la mitad de las veces puedo ver en sus ojos el miedo y la falta de ideas. Conseguimos la tutela porque era la mejor opción para mi hijo, pero odié tener que demostrar que éramos capaces de cuidar de él, sobre todo porque llevábamos 18 años haciéndolo”.
“Cuando mi hijo estaba en la adolescencia, empezó a tener algunos problemas de salud mental. Como le costaba tomar decisiones, me preocupaba cómo manejar las cosas cuando cumpliera los 18 años. Aprendí sobre los diferentes poderes que se pueden obtener con su aprobación y cómo me permitirían hablar en su nombre para asuntos médicos, financieros, educativos y otros. Llevamos varios años utilizando con éxito los poderes notariales. Me ha traído mucha paz saber que puedo seguir hablando en su nombre y que él confía en mí para hacerlo”.
“He hablado con muchos padres que desconocen y están completamente abrumados por la transferencia de derechos legales a los 18 años. Esto pasa particularmente en algunas culturas. siempre dicen: '¿Qué significa eso? En mi cultura...' Un amigo o alguien de la escuela les ha dicho que necesitan una tutela. Cuando nos contactan (a una organización estatal de padres) tienen miedo y desconocen cuáles son sus opciones. Muchos padres se sienten aliviados cuando aprenden que tienen más opciones además de la tutela. No quieren intentar conseguir la tutela porque no quieren que se eliminen los derechos de su joven adulto o es tan caro o no están tan familiarizados con las opciones legales que prefieren esperar y ver. Siempre agradecen tener a alguien con quien hablar sobre las opciones y la tutela”.