Lo mejor que puedes hacer es empezar a hablar con tu hijo lo antes posible sobre lo que es el dinero, cuando esté pequeño, así como también empezar a enseñarle otras destrezas de la vida. Y cada vez que practique y use dinero, habla con él. Ve nuestra página Ayuda a tu hijo a entender lo es el dinero para más consejos.
Las lecciones y los juegos son una gran forma de enseñarle a tu hijo sobre lo que es el dinero y que practique para la vida real. Si tu hijo va a la escuela, quizás tenga la oportunidad aprender sobre el dinero ahí. Muchas preparatorias públicas en Texas ofrecen un curso sobre la manera de administrar dinero (usualmente se llama “educación financiera”). Además, algunos maestros quizás den clases sobre la matemática al tratarse de dinero. Ve nuestra página Ayuda a tu hijo a entender lo es el dinero para más consejos.
Conforme tu hijo vaya encontrando gente con la que se pueda conectar, tú lo puedes ayudar en el desarrollo de esas amistades y la manera de conservarlas. Esto quizás signifique que tú lo tengas que llevar a sus actividades, a dejarlo en casa de un amigo o acompañarlo. O a lo mejor tendrás que hablar con tu hijo sobre su amigo, recordarle que se mantenga en contacto con él o ayudarlo a saber qué decirle a la otra persona. Aprende más en nuestra página sobre Las amistades después de la preparatoria.
Hay varias maneras valiosas en las que tu hijo puede conectarse con otras personas que tengan sus mismas habilidades e intereses. Tú puedes:
Puedes leer más consejos en nuestra página sobre Las amistades después de la preparatoria.
Sentir temor no tiene nada de malo. Si no sabes qué hacer, incluso dar un pequeño paso ya es un progreso importante. Muchos otros padres tienen las mismas preocupaciones y temores que tú. Luego, comienza a buscar acciones y pasos pequeños que les ayuden a ti y a tu hijo a planear con anticipación Para obtener ideas sobre cómo comenzar, lee nuestro artículo "Planificar para el momento en que ya no puedas cuidar de tu hijo".
Conforme pasen los años y tu hijo vaya creciendo es probable que alguien más tenga qué hacerse cargo de su cuidado. Planear para esto es a menudo angustiante y te pone a prueba de muchas maneras. Pero si tú no haces esos planes, alguien más tendrá que resolver la situación sin tu sabiduría y experiencia. Para obtener ideas sobre cómo comenzar, lee nuestro artículo "Planificar para el momento en que ya no puedas cuidar de tu hijo".
Muchos dicen que nunca es demasiado temprano para empezar a planificar para la transición. Por ejemplo, las exenciones que pueden ayudar a tu hijo a adquirir su independencia generalmente tienen listas de espera muy largas. Entrar a estos programas a veces toma muchos años. Por eso, si no has inscrito a tu hijo, visita nuestra página de Exenciones para mayor información. Claro, nunca es demasiado tarde para empezar el proceso de planificación al tratarse de la transición. No importa la edad de tu hijo, ya sea que tenga 4, 14 o 24 años de edad, tú puedes empezar a planificar en cualquier momento y hacer que su vida sea mejor cuando sea adulto. Visita nuestra página Planificar la transición para ver más intinerarios a seguir y consejos para la transición.
Visita la página Planificar la transición para otras opciones.
No hay nada que pueda explicar la fase de transición de tu hijo a la edad adulta tan claramente, como una historia personal de otro padre de familia que esté en la misma situación que tú. Algunos padres han compartido historias personales sobre lo que han vivido para ayudarte a ti y a otros padres de familia.
Tú tienes el control legal sobre todas las decisiones de la vida de tu hijo, hasta que cumple 18 años de edad. Estas incluyen las que tienen que ver con alojamiento y vivienda, las finanzas, la escuela, el cuidado de su salud y otros temas relacionados a la vida diaria. Pero a los 18 años, tu hijo tiene control legal de todos estos aspectos y más. Quizás te empieces a dar cuenta que tu hijo no va a estar preparado para manejar todos estos aspectos de su vida por sí mismo al cumplir los 18. Es posible que un hijo con discapacidad o necesidad especial de salud nunca pueda manejar parte o todo lo necesario en su vida. Si este es el caso de tu hijo, tienes varias opciones que puedes usar para protegerlo y apoyarlo. Ve a la página de Opciones legales al tener al menos 18 años de edad para más información.
Considera la posibilidad de usar herramientas legales tales como las cartas poder para atención médica, y cartas poder financieras para que tengas el derecho legal de administrar áreas importantes de la vida de tu hijo, sin involucrar a los juzgados. Quizás puedas pedir la tutela parcial de tu hijo para administrar sólo ciertas partes de su vida. Un juzgado tendrá que asignar la tutela. Visita la página Opciones legales al tener al menos 18 años de edad para mayor información.
La tutela o custodia legal te otorga control completo de los aspectos en la vida de tu hijo que él no es capaz de manejar por sí mismo. Los juzgados otorgan y supervisan la tutela.
Si decides solicitar la tutela o custodia legal, recuerda que no es un proceso en el que se otorga todo o no se otorga nada. Hay dos tipos de tutela. La tutela completa te otorga control y responsabilidad sobre cada aspecto de la vida de tu hijo. La tutela parcial o limitada, te otorga control sobre ciertos aspectos que define claramente un juzgado. Pueden ser cuestiones de dinero, decisiones médicas, decisiones sobre vivienda, el voto y hasta si tu hijo adulto tiene permiso o no para contraer matrimonio.
Existen una variedad de opciones que afortunadamente le proporcionan a tu hijo adulto joven para que reciba el apoyo que necesita y sea independiente. Puede vivir en una residencia privada, puede vivir con otros en grupo o hasta vivir en un departamento o una suite remodelada que esté en tu propiedad.
Para ver todas las opciones disponible, visita la página de Vivienda.
Estas son algunas preguntas que otros padres de familia recomiendan tomes en consideración: ¿Cuánto dinero puede administrar tu hijo sin correr riesgos? ¿Puede tu hijo preparar sus propios alimentos y comer sin que lo ayuden? ¿Tu hijo es capaz de firmar el contrato de alquiler de su residencia y de hacer los pagos de alquiler a tiempo? ¿Puede asear la residencia sin ayuda y lavar su propia ropa regularmente? ¿Tu hijo puede conducir un vehículo? Lee más en nuestra página de Opciones legales a partir de los 18 años de edad. También encontrarás consejos en nuestra página sobre Vivienda.
Los médicos que trabajan con adultos reemplazan a aquellos que sólo atienden niños. Las exenciones, y los programas de salud para niños también cambian y en su lugar hay que usar programas de seguro y exenciones para adultos. Legalmente, ahora tu hijo adulto tendrá que estar más a cargo de su propia atención médica a menos que tú establezcas ciertas medidas de protección. Si usas el modelo de un hogar médico, el equipo establecido de profesionales puede ayudar a tu hijo a prepararse para la transición. Tenemos más información en la página de transición en la atención médica.
Si tu hijo tiene entre 14 y 16 años de edad (o más joven si es posible), en las reuniones de su equipo ARD empezarán a concentrarse en prepararlo para esta transición. La mayoría de las universidades en Texas requieren planes de graduación que estén clasificados como “programa recomendado de la preparatoria” o “programa de logros distinguidos”. Obtén más información en Programas de graduación de Proyecto Tejas Primero. Tú puedes pedir que realicen adaptaciones para tu hijo cuando tome los exámenes SAT, ACT o AP si es necesario. Hay más información sobre estas adaptaciones en Servicios para estudiantes con discapacidad de College Board (sólo en inglés). Visita nuestras páginas Estudios después de la preparatoria y Fase de transición después de la escuela pública en las que encontrarás muchos consejos.
Los colegios de estudios superiores y las universidades (con carreras de 4 años) ofrecen licenciaturas y carreras que ayudan a preparar a los estudiantes para que puedan cursar el posgrado. Los colegios universitarios comunitarios, que son de 2 años, ofrecen un título asociado y programas de enseñanza profesional. La mayoría de las clases y los créditos que se reciben, pueden transferirse a una universidad que ofrezca carreras de 4 años. Mientras que los programas educativos transicionales ayudan a tu hijo a continuar con sus estudios o prepararse para trabajar después de la preparatoria. Los servicios de vida independiente (ILS por sus siglas en inglés) pueden ayudar a un adulto joven a mejorar su habilidad de valerse por sí mismos. Tenemos más detalles en nuestra página Estudios después de la preparatoria.
Los colegios universitarios comunitarios, que son de 2 años, ofrecen un título asociado y programas de enseñanza profesional. La mayoría de las clases y los créditos que se reciben, pueden transferirse a una universidad que ofrezca carreras de 4 años. Colegios de estudios de formación profesional o técnicos ofrecen capacitación laboral en áreas técnicas o especializadas. Los programas educativos transicionales ayudan a tu hijo a continuar con sus estudios o prepararse para trabajar después de la preparatoria.
Visita nuestra página Estudios después de la preparatoria para informarte sobre estas opciones. También hay información sobre programas de empleo en nuestra página de Carreras profesionales.
Quizás sea un empleo competitivo, empleo de apoyo, trabajo por cuenta propia o trabajo de voluntario. Visita la página de Carreras profesionales para más detalles.
La mayoría de nuestros hijos pueden trabajar si reciben el apoyo adecuado. Para leer algunos consejos de otros padres de familia e informarte sobre los programas de empleo visita Carreras profesionales.
Tener un testamento es especialmente importante cuando tienes un hijo con discapacidad o necesidades especiales de salud. Sin un testamento, tendrás menos control sobre la distribución de tu dinero y tu propiedad al fallecer. Lo que es aún más importante, es decidir quién será el representante legal en caso que tu hijo lo necesite.
El representante legal deber saber de antemano qué se espera de él si le das la custodia de tu hijo. Para ayudarlo a asumir esta responsabilidad y el cargo, recomendamos que empieces una red de personas de confianza y prepares una carta de intenciones (LOI por sus siglas en inglés) para tu hijo. Así tu hijo estará rodeado de más personas que lo apoyen y que entiendan sus necesidades. Visita nuestra página sobre Testamentos y fideicomisos para más información.