Cuando tu hijo está pasando por una crisis de salud mental, quizás sientes que su comportamiento es incontrolable. Tal vez se enoja, es violento, está retraído, se pone muy triste o tiene una combinación de todos estos comportamientos. En una crisis, tu hijo está en un punto en el que ya no se puede ayudar a sí mismo, y en ese momento tú tampoco sientes que lo puedes ayudar. Éste es el momento de pedir ayuda.
Hablamos con otros padres de familia y expertos en salud mental, y reunimos algunos consejos e información sobre cómo pueden conseguir esa ayuda que necesitan tanto tú como tu hijo.
Qué hacer durante una crisis de salud mental
Una crisis de salud mental se define formalmente como un momento en el que un niño está en riesgo inminente de lastimarse a sí mismo o de lastimar a alguien más. (Inminente significa que lo más seguro es que algo suceda ahora o muy pronto). Una crisis también es un momento en el que tú u otros adultos en dicha situación no pueden ayudar a tu hijo con su comportamiento y necesitan ayuda para poder tranquilizar las cosas.
Si tu hijo está pasando por una crisis, piensa en su seguridad, la seguridad de tu familia y la de cualquier otra persona que se encuentre cerca de él. Si no sientes que estás segura o sientes que corres riesgo, retírate o salte de la habitación donde se encuentran. También saca a cualquier niño pequeño que esté ahí. Si puedes hacerlo, trata de guiar a tu hijo durante la crisis a un lugar seguro donde haya menos probabilidad de que se lastime a sí mismo, o que lastime a otras personas o animales.
En un momento difícil como este, estas son algunas maneras en las que puedes ayudar a tu hijo:
- Sé directa. Habla con él abiertamente y con naturalidad. Usa una voz calmada y al hablar usa oraciones cortas.
- Debes estar dispuesta a escucharlo. Deja que hable sobre sus sentimientos o que los manifieste. Acepta sus sentimientos.
- No lo juzgues o discutas con él. No hables sobre sus acciones, si fueron correctas o no, o sobre si sus sentimientos son buenos o malos.
- Deja que tu hijo controle su espacio personal. Si vas a tocarlo, pídele permiso antes de hacerlo y asegúrate de irle diciendo cuáles serán tus movimientos o acciones.
- No demuestres que estás sorprendida. Esto causará que haya más distanciamiento entre los dos.
- Pide apoyo durante y después de la crisis.
- Mantén una actitud positiva. Evita el sarcasmo y no desafíes a tu hijo a que se lastime a sí mismo.
- Dale a entender que las cosas mejorarán, que hay esperanza.
- Toma medidas de protección. Quita o esconde cualquier cosa que pueda usar para lastimarse a sí mismo, como pistolas o botellitas de medicamentos.
- Involúcrate. Enfócate en tu hijo. Demuéstrale que tienes interés y que lo apoyarás.
- Consigue ayuda de uno de los lugares que están enlistados a continuación.
Estos son algunos de los lugares donde puedes conseguir ayuda:
- Llama a la línea de emergencia 9-8-8 si sientes que tu hijo está pasando por una crisis extrema, si necesita servicios de emergencia inmediatos o si te preocupa la seguridad de alguien más. Cuando llames a la línea 9-8-8, explícale a la operadora que tu hijo está pasando por una crisis de salud mental y pide que despachen al miembro del personal de auxilio capacitado en problemas de salud mental. Si la crisis no es así de extremada, llama primero a la línea local para crisis de salud mental y pregunta qué debes hacer. Es más probable que el personal de auxilio de la línea que acuda al llamar al 9-1-1 lleve a tu hijo a un hospital en lugar de ayudarte a manejar la crisis de tu hijo en la casa.
- Llama a la línea directa local para crisis de salud mental. Puedes encontrar el número de teléfono en la lista de líneas directas locales para salud mental. O también puedes llamar al 2-1-1 y pedir el número de la línea directa local para crisis de salud mental de dónde te encuentras.
- Llama al 800-989-6884 para comunicarte con la Línea Directa para Jóvenes y Niños que Se Han Fugado de la Casa, o puedes enviarles un texto al 512-872-5777, así como también chatear con ellos en línea. Ellos pondrán a tu hijo en contacto, dentro de un periodo de 24 horas, con el programa Éxito de las Familias y los Jóvenes (FAYS) que ofrece servicios de consejería gratis.
- Llama al 9-8-8, 800-784-2433 (800-SUICIDE) o 800-273-8255 (800-273-TALK) para hablar con la línea directa de prevención del suicidio. La Suicide Prevention Lifeline (Línea de vida para la prevención del suicidio) también tiene online chat (chat en línea) en inglés.
- Llama al 800-950-6264 (800-950-NAMI) para comunicarte con un especialista capacitado en crisis de la National Alliance on Mental Health (Alianza Nacional de Salud Mental).
- Visita el sitio Web IMAlive.org (Estoy vivo) en inglés para chatear con un especialista capacitado.
Cuando te comuniques con uno de los lugares que mencionamos anteriormente, recibirás ayuda inmediata ya sea por teléfono o en línea. Muchos de los trabajadores en estas líneas directas te ayudarán a encontrar los servicios o terapeutas que pueden ayudar a tu hijo. Cuando estés hablando con ellos, explícales cuál es la situación y cuáles son los comportamientos de tu hijo que te preocupan. Algunos de los comportamientos preocupantes están en la lista de nuestra página cuándo se debe conseguir ayuda para niños con problemas de salud mental.
Para averiguar más sobre los servicios disponibles, ve nuestra página encontrar recursos de salud mental para niños.
Recuperarse después de una crisis
Los efectos de una crisis de salud mental no desaparecerán de la noche a la mañana. Sanar y entender lo que sucedió es en sí un proceso. Tu hijo (así como los demás miembros de la familia seguramente) necesitarán apoyo en esta jornada. Aquí están algunas cosas que puedes hacer para apoyar a tu hijo:
- Aprende las razones por las cuales entró en una crisis.
- Alienta a tu hijo a que siga el plan de tratamiento. Los médicos y terapeutas de tu hijo colaborarán con él y contigo para crear este plan.
- Presta atención cuidadosamente a las emociones y pensamientos que están bajo la superficie de las palabras de tu hijo.
- Respeta los sentimientos que tenga y las decisiones que tome tu hijo relacionados a su recuperación, aunque no siempre estés de acuerdo.
- No lo presiones demasiado. Recuperarse toma tiempo.
- Dile en voz alta que tiene tu apoyo.
- Mantente tú y mantén a tu hijo y a tu familia seguros.
- No te des por vencida. Y dale a entender a tu hijo que no te darás por vencida.
Ve a la página de NAMI Supporting Recovery (apoyo para la recuperación) en inglés donde hay más consejos sobre cómo ayudar a tu hijo a sanar.
Cómo crear los planes para una crisis de salud mental
Toda la familia debe estar involucrada en crear un plan para la crisis. Quizás también puedas recibir ayuda de un mentor, médico o terapeuta. Tú y tu hijo siempre deben saber dónde está este plan en caso que lleguen a necesitarlo.
Si tu hijo muestra numerosos síntomas de salud mental o tiene un diagnóstico de salud mental, quizás sea sensato colaborar con ellos para crear un plan para una crisis antes de que ésta suceda. Este plan los ayudará, a ti y a tu hijo, a estar pendientes de las señales que los alerta a una posible crisis. También los ayuda a saber cómo ayudar y empezar a recuperarse después de una crisis.
Tu hijo tal vez no siga cada parte del plan. Una parte esencial de su tratamiento es dejar que sea honesto sobre lo que ha o no ha hecho.
Qué debe incluirse en un plan para una crisis
Hay cosas diferentes que los niños y sus familias elijen e incluyen en su plan. A continuación hay algunos elementos comunes. Tú y tu hijo pueden trabajar juntos para crear las descripciones correspondientes para cada uno de ellos.
- Cómo se siente tu hijo cuando se siente bien.
- Las cosas que alteran a tu hijo.
- Señales que indican que se avecina una crisis.
- Las cosas que puede hacer tu hijo para manejar sus emociones, el entorno y la situación.
- Los nombres de las amistades o familiares a quienes pueden pedir ayuda.
- Los profesionales y programas con los que se pueden comunicar antes y durante una crisis, incluyendo sus números de teléfono.
- La información médica que necesitan tener los médicos de tu hijo cuando él está en una crisis.
Una vez que tu hijo tenga una crisis de salud mental, su plan quizás cambie para enfocarse más en su mejoría y recuperación. Estos cambios quizás incluyan:
- Un repaso de su visión o metas – cómo se siente cuando se siente bien – para que reconozca que se ha mejorado.
- Una lista de las cosas que son necesarias para que tu hijo se sienta seguro – en la casa, la escuela y la comunidad.
- Una lista de las maneras en las que se puede cuidar él mismo cada día. Habla con tu hijo para ayudarlo a descubrir lo que éstas son y explícale cómo lo puedes ayudar.
- La lista de personas a las que tu hijo puede llamar o recurrir para pedir ayuda o apoyo.
- La lista de las personas o cosas que tu hijo va a evitar mientras se encuentre recuperándose.