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Durante los primeros 17 años de vida de tu hijo, probablemente te encargarás de muchas cosas: finanzas, educación, visitas al médico, terapeutas, cuidadores, transporte, vivienda e incluso las compras. Antes de que tus hijos cumplan 18 años, tienes automáticamente el derecho legal de tomar todas sus decisiones importantes. Después, podrán tomarlas legalmente por sí mismos.
Quizás tu hijo no esté listo para tomar decisiones importantes de la vida a los 18 años. Quizás nunca lo esté.
Existen muchas opciones para apoyar a tu hijo después de que cumpla 18 años. Herramientas como los acuerdos para la toma de decisiones con apoyo, poderes notariales y apoyos informales suelen ser suficientes para ayudar a las familias de niños y jóvenes con discapacidades o necesidades médicas especiales. Hablamos de esto con más detalle en nuestras páginas Opciones legales a partir de los 18 años de edad y Herramientas legales para personas con discapacidades. Es importante leer esas páginas antes de leer el resto de esta.
Si crees que lo mejor para tu hijo es que tú u otra persona tenga el control legal de algunas o todas sus decisiones como adulto, puedes solicitar la tutela legal ante el tribunal.
La tutela es un proceso mediante el cual el tribunal otorga a una persona (el tutor) la facultad total o parcial para tomar decisiones en nombre de un adulto (persona bajo tutela). El tutor puede protegerlo y cuidarlo. Para establecer la tutela, el tribunal debe declarar que el adulto está “incapacitado”, un término legal que significa que el menor no puede manejar ciertas áreas de su vida.
Este no es un término que se deba tomar a pecho. “Incapacitado” no describe todo acerca de tu hijo, solo algunas de sus capacidades.
Las tutelas deben estar diseñadas para ayudar a las personas bajo tutela a desarrollar y mantener la mayor independencia y autodeterminación posible. Si solicitas y se aprueba una tutela, esta solo cubrirá algunas áreas de la vida de tu hijo. El tribunal lo define claramente. Podría abarcar cuestiones económicas, decisiones médicas, vivienda, derecho al voto o si tu hijo necesita permiso para casarse.
Los tribunales se toman muy en serio la concesión de la tutela porque priva a una persona de algunos de sus derechos legales. Antes de conceder una tutela, el tribunal debe verificar lo siguiente.
Solicitar una tutela implica varios pasos básicos:
Puedes solicitar la tutela en cualquier momento después de que tu hijo cumpla 18 años, pero reunir toda la documentación podría llevar meses. Por lo tanto, si consideras que existen razones válidas por las que tu hijo necesita la tutela a partir de los 18 años, comienza a gestionarlo mucho antes.
Una vez que completes y presentes la documentación, el tribunal suele tardar unos 30 días en decidir sobre la tutela.
Los costos de abogado y tribunal suelen ser de $2,000 a $5,000 dependiendo de tu lugar de residencia en Texas y de la complejidad del proceso para tu familia. En algunas zonas del estado pueden existir organizaciones sin fines de lucro que ofrecen ayuda con las solicitudes de tutela a un costo menor. También podrías considerar comprar un plan legal, como el de Texas Legal, para ayudar con los costos.
El Colegio de Abogados de Texas ha recomendado abogados a los que puedes llamar o contactar en línea.
Es importante saber siempre exactamente cuánto dinero y bienes tiene tu hijo una vez que se le otorga la tutela. (Un bien podría ser una casa, un auto u otros objetos de valor). Si tu hijo tiene más de $2,000 en dinero y bienes que no están en un fideicomiso, podría perder ciertos beneficios federales y estatales. Un fideicomiso para necesidades especiales podría ayudar a administrar los bienes de tu hijo y evitar que pierda beneficios.