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Cuando tu hijo empieza a actuar de manera diferente hacia los demás, quizás sea difícil saber qué hacer o qué servicios de salud mental son los que lo pueden ayudar.
Tal vez tu hijo esté gritando en el supermercado y toda la gente se les queda viendo. O dice cosas inesperadas o perturbadoras que te dejan atónita y sorprendida ya que es algo que no se espera de un niño de su edad. Quizás sus calificaciones bajaron repentinamente y a tu hijo no le interesa hacer algo para mejorarlas. A lo mejor ha estado faltando a clases o ha estado llegando a casa más tarde de lo permitido. Su estado de ánimo fluctúa drásticamente de un momento a otro. O a lo mejor se está orinando en la cama otra vez, algo que ya tenía tiempo que no hacía.
Tu simplemente no sabes con quién hablar y si siquiera debas hacerlo con alguien. A veces los padres de familia (y los niños) se sienten así, ya que, desafortunadamente hay un estigma sobre padecer de una condición de salud mental. (Un estigma es cuando piensas que otras personas van a pensar mal de ti o de tu hijo debido a su condición mental, o que tú o tu hijo sienten vergüenza, deshonra o que son diferentes a otras personas debido a esto). O quizás sea difícil hablar con otras personas sobre tus inquietudes porque temes que te van a juzgar o que el hecho que tu hijo tenga una condición de salud mental refleja directamente una falta de habilidad de crianza de niños.
Pero no eres la única ni estás sola. Alrededor de 1 de cada 5 niños, en algún momento, padece de una condición de salud mental seria. Si tu hijo está batallando con pensamientos o comportamientos difíciles de manejar, es importante conseguirle ayuda de servicios de salud mental a tiempo preferiblemente que más tarde.
Tú conoces a tu hijo mejor que nadie, así que probablemente sabes cuándo no está actuando como sí mismo y necesita ayuda. Estas son algunas de las señales y síntomas a los que debes prestar atención:
Si notas cualquiera de estas señales, es sumamente importante que actúes. Empieza por hablar con tu hijo sobre lo que has notado en él y te preocupa. O encuentra un consejero u otro profesional en salud mental que pueda hablar con él.
Puedes encontrar ayuda para cuestiones de salud mental llamando al 2-1-1. Pide que te comuniquen con tu autoridad local de salud mental. También puedes consultar nuestra página Encontrar recursos de salud mental para niños la cual te provee más ideas y sugerencias sobre personas a las que puedes llamar. O puedes estar en contacto con otros padres de familia en tu área. Quizás también desees comunicarte con tu seguro médico para averiguar qué servicios de salud mental cubre.
Si tu hijo no habla o tiene un desarrollo tardío del habla, quizás le sea más difícil decirte que tiene problemas de salud mental. De ser así, tal vez tengas que analizar otros tipos de señales y síntomas. Por ejemplo, si se comporta mal quizás esté tratando de decirte que tiene alguna necesidad de salud mental.
Estas son algunas de las señales que debes buscar y las sugerencias de otros padres de familia que tienen hijos que no hablan o tienen un desarrollo tardío del habla:
Se les puede dar tratamiento a todos los niños para los síntomas de salud mental sin tener un diagnóstico, incluyendo aquellos que no hablan o tienen un desarrollo tardío del habla. Si tú piensas que tu hijo tiene algunos de los síntomas, busca que te ayude un profesional de salud mental. Entre más pronto lo hagas, mejor.
Si crees que tu hijo corre el riesgo de lastimarse a sí mismo o de lastimar a alguien más, quizás está pasando por una crisis de salud mental.
De ser así, tu hijo necesita ayuda cuánto antes.
Consulta nuestra página Proveerle apoyo a un niño durante una crisis de salud mental para aprender cuáles son las señales de una crisis, qué hacer y cómo conseguir ayuda.