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A lo mejor te preocupa cómo está progresando en la escuela tu hijo. O quizás recibiste una llamada telefónica de su maestro para informarte que se su comportamiento está interrumpiendo la clase, que no está prestando atención o que “tiene más capacidad de la que está demostrando”. Tal vez tu hijo pierde los estribos en cuanto llega a la casa. O se altera en el momento que siquiera le sugieres que haga la tarea o lea un libro.
A veces este tipo de reacciones se dan cuando un niño con un desarrollo típico se está acostumbrando a una escuela o salón de clases nuevos. O pueden ser también las primeras señales que indican que tu hijo tiene discapacidad de aprendizaje o una condición relacionada.
Si tú o el maestro de tu hijo sospechan que quizás tiene una discapacidad de aprendizaje, vale la pena analizar la situación más a fondo. En general, la discapacidad de aprendizaje es algo muy común. 1 de cada 5 personas tienen alguna discapacidad, y los niños con discapacidad de aprendizaje pueden llegar a tener mucho éxito en la escuela y la vida si reciben la ayuda que necesitan.
Un niño que tiene discapacidad de aprendizaje no procesa la información de la misma manera que un niño de la misma edad con un desarrollo típico. Cuando decimos procesar nos referimos a que cuando el niño oye, toca, ve, lee, o huele algo, se crea un mensaje que va a su cerebro el cual lo analiza para comprender lo que es y posiblemente actuar. Cuando un niño tiene un nivel de procesamiento diferente o discapacidad, la información no fluye con continuidad del cerebro al resto del cuerpo, y vice versa. La información se atora o toma un camino diferente. Esta manera de procesar información hace que para el niño sea más difícil aprender si los maestros y demás personal de la escuela no saben que tiene problemas o no realizan las adaptaciones que necesita.
Quizás has escuchado que a esta manera de procesar diferente la llaman “diferencias de aprendizaje”. A lo mejor tu misma has usado este término porque tú y tu hijo se sienten mejor al usarlo. Sin embargo es importante que la llames “discapacidad” cuando hablas con la escuela o buscas servicios de apoyo. Tener una “diferencia de aprendizaje” quizás no sea suficiente para ofrecerle a tu hijo adaptaciones 504. Consulta nuestra página sobre la Sección 504 para información más detallada sobre las Adaptaciones 504. Además para que tu hijo pueda recibir educación especial, tiene que tener una discapacidad que esté incluida en uno de los 13 grupos que están en la lista de la Ley de educación para personas con discapacidades (IDEA por sus siglas en inglés). Discapacidades de Aprendizaje Específicas (SLD) es uno de estos grupos, pero “diferencia de aprendizaje” no lo es.
Algunas discapacidades de aprendizaje son:
LD en Línea tiene una lista de síntomas comunes que tal vez notes en niños con discapacidad de aprendizaje.
Cuando un niño con discapacidad de aprendizaje se esmera y aún no puede aprender, tiende a tener poca seguridad en sí mismo o darse por vencido con sus estudios. Tu hijo puede aprender de acuerdo al año que está cursando y tener éxito en la escuela cuando su Programa de educación individualizada (IEP por sus siglas en inglés) o sus Adaptaciones 504 son los correctos. Si empiezas a tomar las medidas necesarias lo más pronto posible, tu hijo tendrá más éxito a la larga
Visita nuestra página Educación especial 101 o la de Sección 504 para informarte sobre cómo puedes pedir que la escuela púbica realice una evaluación de discapacidades de aprendizaje para que tu hijo reciba adaptaciones.
Cuando el maestro te informa sobre los desafíos en el aprendizaje de tu hijo y su comportamiento no sabes qué pensar. A veces parece que el maestro está hablando sobre otro niño.
El ámbito escolar es muy diferente al hogar. En la escuela siguen un horario riguroso y los niños pasan por muchas transiciones durante el día, y no tienen la habilidad de seleccionar lo que quieren ni manera de cambiar las cosas. Durante el transcurso del día escolar los niños tienen que observar, escuchar y concentrarse, y tu hijo necesita hacerlo igual que los demás de la manera que se lo piden. Todo esto puede ser abrumador para un niño a quien le toma más tiempo procesar la información sobre el mundo que lo rodea o cuyo cerebro quiere procesar la información de una manera diferente. Cuando tu hijo no puede con la carga quizás deje de prestar atención o se porte mal, esa es su manera de reaccionar cuando se siente abrumado.
En la casa los niños generalmente tienen más control y pueden elegir lo que quieren. A lo mejor la casa es el lugar donde descargan todas las emociones que han acumulado al final del día. O sea el lugar donde se relajan y prestan atención porque se sienten más cómodos. Es muy común ver que los niños actúen de una manera distinta en la casa que en la escuela.
Así que es posible que el maestro de tu hijo vea que se comporta muy diferente en el salón de clases y por tanto es un miembro del equipo clave que puede ayudarte a averiguar si tu hijo tiene o no una discapacidad de aprendizaje.
Si tu hijo tiene una discapacidad de aprendizaje, recuerda que no estás sola, ya que además de los especialistas que están en las escuelas también hay muchos programas por Internet y en la comunidad que te pueden ayudar. Visita nuestra página sobre Educación Especial 101 para aprender más sobre la ayuda disponible en la escuela.
Estos son algunos que recomiendan otros padres de familia:
Las discapacidades de aprendizaje a menudo se conocen como las discapacidades invisibles ya que la gente no las puede distinguir ni piensan que estén presentes.
Es sumamente importante que ayudes a tu hijo a entender lo más posible sobre su discapacidad de aprendizaje. Tiene que saber la razón por la cual necesita recibir servicios para tener éxito. Además deben saber que una vez que salgan de la escuela, habrá ocasiones en las que tendrán que pedir que se les proporcionen adaptaciones en la vida o explicar a los demás cuál es la manera en que trabajan o aprenden mejor.
Ayudar a tu hijo a entender la discapacidad de aprendizaje que padece es clave para que tenga éxito.