Cómo manejar los problemas conductuales de tu hijo con discapacidad

Quizás estás cansada de ir a la tienda y que tu viaje de compras termine con gritos o estás triste que tu hijo no sabe cómo comportarse en el jardín de juegos. Pero las cosas no tienen que ser así siempre. Lograr que el comportamiento de tu hijo mejore, cualquiera que éste sea, empieza con saber que puede cambiar si tiene el conocimiento y apoyo adecuados. El paso primordial, y el primero que deben dar los padres de niños con discapacidad, es entender porque los problemas de comportamiento están sucediendo desde que empezaron.

¿Cómo crees que tu hijo ve al mundo exterior? Esta es una pregunta muy importante que debes considerar, ya que los berrinches para muchos niños con discapacidad, son una manera de dar a entender que se sienten frustrados con su mundo. Quizás no pueden comunicarse con otros de la manera que quieren o no procesan toda la información que llega a ellos. Para los niños con problemas sensoriales, los estímulos comunes causados al ver, oír, oler o tocar algo, son en sí casi dolorosos y por lo tanto crean una reacción en su comportamiento.

Hay algunos cambios que puedes hacer en casa para disminuir el caos, empoderar a tu hijo y proveerle a tu familia una vida más tranquila. Por ejemplo, con muchos niños es mejor usar imágenes o fotografías en lugar de sólo usar palabras. Más adelante te damos otras ideas.

No olvides también pensar en ti misma y en tu cuidado personal. Tratar de corregir el comportamiento de tu hijo a veces es demasiado para ti y por eso necesitas tomar un descanso y usar los servicios de relevo para que así todos puedan volver a encarrilarse por buen camino.

La lista a continuación incluye algunas ideas y estrategias que puedes usar para cambiar el comportamiento de tu hijo (llamadas también modificaciones del comportamiento):

• Establece una estructura: Sigue una rutina y un horario diario con los que pueda contar tu hijo. Éstos incluyen ir a la escuela, las comidas y la hora para irse a dormir. De esta manera tu hijo sabrá qué esperar y habrán menos probabilidades de que haga berrinche cuando cambie de una actividad a otra.
• Alábalo y recompénsalo: En el mundo de tu hijo quizás oiga frecuentemente que no está haciendo las cosas como debe. Cuando le demuestras que notaste que ha adquirido una nueva destreza, por más pequeñas que sea ésta, alábalo por su buen comportamiento ya que los resultados serán mejores. Porque con recompensarlo lograrás más que al regañarlo cuando se comporte indebidamente. Si lo castigas sólo le das a entender que recibirá más atención si hace un berrinche. Piensa en maneras creativas de recompensar sus éxitos y victorias pequeñas. Si tu hijo es pequeño, puedes empezar a usar un registro de su comportamiento, dale estrellitas por un día en que se porte bien y premios cuando termine la semana.
• Re dirígelo: Puedes ayudar a tu hijo a que su comportamiento tome un rumbo nuevo. Por ejemplo, si está gritando, puedes pedirle que haga una tarea para distraerlo o darle algo diferente en qué enfocarse. De esta manera, en lugar de ver que lo estás castigando por gritar, ve que tiene el poder de optar por otro comportamiento.
• Los hermanos: Ellos desempeñan un papel importante en su vida, así que deben conocer la razón por la cual su hermano o hermana afronta las tareas diarias de una manera diferente.
• El programa de educación individualizada (IEP por sus siglas en inglés) y su escuela: Si tu hijo tiene un IEP, asegúrate que este programa le pida lo mismo a tu hijo de lo que le pides tú que haga en la casa. El IEP quizás tenga que incluir un Plan de Intervención del Comportamiento (BIP por sus siglas en inglés) el cual describe estrategias positivas para ayudar a que tu hijo tenga éxito y corregir cualquier comportamiento que tenga fuera de la casa. Asegúrate que el maestro siga las mismas estrategias y modificaciones de comportamiento para corregirlo cuando está en el salón de clases.
• Seguridad: El tipo de comportamiento difícil que requiere que prestes más atención es la violencia. En estos casos los padres de familia quizás necesiten consultar con un especialista en comportamiento, consejero o trabajador social sobre las necesidades del niño en cuanto seguridad y salud mental.

La salud del comportamiento y la salud mental, ¿cuál es la diferencia?

Conocer si el comportamiento de tu hijo es algo relacionado a la salud mental o a la salud el comportamiento es muy útil. Distinguir de cuál se trata quizás sea difícil ya que no existe una definición oficial sobre la diferencia entre ambas. Mientras que una persona piense quizás que se trata de un problema de la salud del comportamiento, otra quizás piense que se trata de un problema de la salud mental. Pero aquí están unas definiciones básicas:

• Salud del comportamiento: Esta es la que tiene que ver con comportamiento que se puede cambiar al implementar algunos cambios (modificaciones) o nuevas formas de comunicación. Los padres, los hermanos, maestros de la escuela y otras personas pueden aprender diferentes formas de conectar, de comunicarse con tu hijo, o cómo modificar las situaciones y el entorno.
• La salud mental: Se refiere a un sentido de bienestar de la mente. El tratamiento para salud mental no simplemente modifica el comportamiento y además incluye un diagnóstico específico, como depresión, ansiedad o trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés). El tratamiento para las condiciones de salud mental incluye terapia y quizás también medicamento psiquiátrico.

 

Conseguir un diagnóstico es útil y te ayuda a encontrar la ayuda adecuada pero esto puede tomar tiempo y su diagnóstico quizás cambie conforme crece y se desarrolla. Lo importante es que empiece a recibir tratamiento y conseguir apoyo temprano, aunque el diagnóstico no esté claro.

Si tu hijo muestra comportamientos persistentes que interrumpen su vida diaria, que hace que se cause daño a sí mismo o que son violentos (o simplemente deseas conseguir ayuda para tu hijo) puedes consultar nuestra página sobre dónde encontrar recursos de salud mental para niños para averiguar por dónde debes empezar. Los profesionales que quizás los puedan ayudar, a ti y a tu hijo, son los consejeros en la escuela, los especialistas en comportamiento, los terapeutas, trabajadores sociales y muchos otros.

Las estrategias para cambiar el comportamiento, como las descritas anteriormente, también pueden ayudar a niños que padecen de una condición mental. Las intervenciones relacionadas al comportamiento, además de otros tratamientos para la salud mental ayudan a los niños a que empiecen a tomar control de sus acciones y reacciones.