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Cuando se trata de darle medicamentos psiquiátricos a tu hijo, tus sentimientos fluctúan drásticamente al respecto.
Quizás sientes que simplemente no quieres darle medicamentos psiquiátricos a tu hijo. O tal vez estés buscando un medicamento que lo ayude pero no has podido encontrar el correcto. A lo mejor te preocupan los efectos secundarios que pueda tener. Mientras que hay otras personas que te dicen que tu hijo no necesita tomar medicamento. Tu simplemente ya no sabes ni qué pensar, sólo quieres que tu hijo reciba ayuda.
¿Cómo saber qué hacer? ¿Cómo decides si tu hijo necesita o no el medicamento y cuál debe tomar?
Tú no eres la única que tiene todas estas preguntas. Alrededor de 1 de cada 5 niños padece de una condición de salud mental en algún momento, así que hay muchos padres de familia que se preguntan lo mismo que te preguntas tú. Nosotros trabajamos con muchos padres de familia quienes nos proporcionaron ideas que se incluyen en esta página para que puedas empezar a encontrar soluciones para tu hijo y tu familia.
Los medicamentos psiquiátricos pueden ayudar con varias cosas, como cambios de humor, la ansiedad, la dificultad de concentrarse y prestar atención así como la depresión. NAMI ofrece una lista de medicamentos que se usan comúnmente para salud mental (sólo en inglés) que puedes repasar.
Esto son algunos de los datos clave en lo que se refiere a medicamentos psiquiátricos:
- Quizás tome tiempo encontrar el medicamento correcto para tu hijo. A lo mejor el primero que toma funciona, o a lo mejor tiene que probar varios antes de encontrar el medicamento correcto. Lo que funcione debidamente para tu hijo tal vez cambie conforme crezca y se vaya desarrollando.
- Muchos de los medicamentos psiquiátricos que ha aprobado la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) para adultos no necesariamente han sido aprobados para niños. Los médicos quizás los receten de manera diferente de las indicaciones que da la FDA. A esto se le llama “uso fuera de indicación”. En la mayoría de los casos, ya se han hecho algunas pruebas que apoyen el uso del medicamento fuera de indicación, más sin embargo quizás no se han hecho suficientes pruebas para que la FDA lo apruebe.
- Los medicamentos pueden tener efectos secundarios. Estos efectos varían de una persona a otra y a veces son diferentes cuando se trata de un niño en lugar de un adulto. No olvides decirle al personal de la escuela de tu hijo y a la persona que lo cuida de cuáles son los medicamentos que está tomando para que puedan estar pendientes de cualquier efecto secundario que se presente.
- Algunos medicamentos psiquiátricos sólo se toman por un periodo de tiempo corto, en conjunto con terapia que ayude a tu hijo a entender sus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Otros quizás se toman por más tiempo, hasta quizás de por vida.
- Si tu hijo deja de tomar su medicamento porque se siente mejor y piensa que ya no lo necesita, quizás su salud mental corre peligro. Habla con el médico de tu hijo antes de suspenderle cualquier medicamento. Y mantente al pendiente de los síntomas que están en la lista de nuestra página cuándo se debe conseguir ayuda para niños con problemas de salud mental.
- Quizás sea un neurólogo, psiquiatra, médico principal o enfermera(o) practicante quien le receten medicamentos psiquiátricos a tu hijo. Infórmate más sobre los diferentes tipos de proveedores en nuestra página Especialidades médicas y diferentes terapias. Es muy importante que todos los médicos, enfermeras y terapeutas de tu hijo trabajen juntos y estén enterados sobre todos los diferentes medicamentos, síntomas y diagnósticos de tu hijo para que no le receten alguno que quizás cause conflicto con otro. Es importante preguntar cómo un nuevo medicamento recetado funciona al combinarse con otros que ya está tomando.
- Quizás sea útil tener un hogar médico donde un médico de cabecera o equipo central se encarguen de estar al tanto de todos los médicos, terapeutas y tratamientos de tu hijo. Además de esto puedes organizar los expedientes médicos en una libreta de cuidados y así tener todo junto en un sólo lugar.
A veces la respuesta a esta pregunta es obvia. Otras veces, no es obvia, o la respuesta cambia conforme crece tu hijo, llega a diferentes etapas de su desarrollo y sus necesidades de salud mental cambian. Y en algunas ocasiones a las condiciones de salud mental no se les da medicamento en el tratamiento.
Estas son algunas preguntas que puedes preguntarte a ti misma y preguntarle al médico de tu hijo:
- ¿Qué piensa tu hijo sobre tomar medicamentos psiquiátricos?
- ¿Qué piensan los médicos y terapeutas sobre recetarle medicamento psiquiátrico a tu hijo?
- ¿Hay otras maneras de manejar los síntomas de tu hijo? ¿Qué tendría que pasar para que estas otras maneras sean las que se usen tanto como sea necesario para tu hijo? Estas podrán incluir terapia, proveer un guía, dieta, ejercicio o adaptaciones en el salón de clases.
- ¿Cuáles son los principales temores que sientes sobre el hecho de que tu hijo tome medicamento?
- ¿Qué riesgos corre tu hijo si toma medicamentos psiquiátricos? Tales como efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos.
- ¿Qué riesgos corre tu hijo si no se usan medicamentos para dar tratamiento a la condición de salud mental que padece?
- Este medicamento, ¿es acaso uno que pueda tomar tu hijo por un periodo corto de tiempo para ver cómo funciona?
Tu familia, amigos y los maestros de tu hijo tal vez te puedan ofrecer algunas ideas en lo que estás tratando de decidir qué hacer respecto a los medicamentos. Pero probablemente no entienden tan bien como entiendes tú, por lo que están pasando tu hijo y tu familia. A fin de cuentas es una decisión que los médicos de tu hijo y tú deben tomar.
Antes que tu hijo empiece a tomar medicamentos psiquiátricos, investiga bien. Lee información sobre el medicamento. Tal vez quieras consultar con el farmacéutico. Habla con el médico sobre la información que averiguaste durante tu investigación y pregúntale sobre cualquier duda que tengas. La lista a continuación te ayudará a empezar a investigar.
- Efectos secundarios: Estos pueden ser cambios en sus hábitos de alimentación, de dormir, en su crecimiento, nivel de ansiedad, las conexiones emocionales, rapidez en pensar y en algunos casos puede incluir problemas digestivos o el fallo de un órgano.
- Los medicamentos de uso fuera de indicación y las pruebas: Para cualquier medicamento que se usa fuera de indicación, averigua qué pruebas se han hecho, especialmente en niños. Piensa si te sientes o no cómoda con la investigación que se ha realizado sobre ese medicamento y sus efectos secundarios.
- Empezar y suspender el medicamento: Habla con el médico antes que tu hijo deje de tomar su medicamento. Algunos medicamentos psiquiátricos necesitan acumularse en el cuerpo del niño antes de que empiecen a funcionar debidamente. Empezar a tomar el medicamento y dejar de tomarlo puede ser incómodo, por lo tanto es importante saber sobre los periodos de adaptación y tener un plan.
- Otros medicamentos: Los medicamentos psiquiátricos quizás cambien la manera en que funcionan otros medicamentos en el cuerpo de tu hijo, así como también otros pueden cambiar la manera en que funcionan los medicamentos psiquiátricos (a esto se le llama interacción de los medicamentos). Estas interacciones quizás hagan que el medicamento sea demasiado fuerte, que no funcione en lo absoluto o que tenga otros efectos secundarios peligrosos para el cuerpo del niño.
- Las drogas y las bebidas alcohólicas: Los adolescentes en particular quizás experimenten con las drogas y las bebidas alcohólicas. La mezcla de drogas y bebidas alcohólicas con algunos medicamentos psiquiátricos u otros pueden causar una reacción negativa.
- El seguimiento: Pregúntale al médico qué tan seguido debes revisar cómo va tu hijo y consultar con su médico para ver cómo está funcionando el medicamento que está tomando. El médico de tu hijo a lo mejor quiera realizar más pruebas o análisis (análisis de sangre o del colesterol) durante su revisión.
Respetar los sentimientos de tu hijo
Respetar los sentimientos de tu hijo sobre los medicamentos psiquiátricos es muy importante. A fin de cuentas, se trata de su cuerpo, su cerebro y su vida. Estas son algunas maneras en las que puedes colaborar con tu hijo:
- Habla sobre el medicamento usando un lenguaje que él entienda.
- Averigua cuándo y dónde tomará su medicamento. Tal vez tomarlo en la escuela sea difícil. Habla sobre esto con tu hijo y su médico para ver qué otra hora del día funciona.
- Si tu hijo no toma píldoras, averigua si el medicamento está disponible en líquido o en polvo.
- Pídele que empiece un diario y escriba lo que siente para que tanto él como tú puedan estar al tanto de la efectividad del medicamento. Usa este diario cuando hables con el médico de tu hijo.
- Si tu hijo quiere dejar de tomar un medicamento, averigua la razón por la cual lo quiere dejar de tomar. Hablen ambos con su médico sobre otras opciones, como quizás cambiar de dosis, tener un plan para eliminarlo gradualmente o un plan para probar un medicamento nuevo.