Las personas con discapacidad gozan de derechos importante. Estas personas no siempre pueden valerse o defenderse por sí mismas, así que hay leyes que las protegen. Como padre de familia, es necesario que conozcas estas leyes y las diferentes formas en las que protegen a tu hijo. Esta protección son derechos que tienen en cuanto a educación, vivienda, atención médica, empleo, servicios y más.
Esta página tiene datos básicos sobre la protección y derechos que tiene tu hijo. También te da consejos sobre lo que debes hacer si no respetan los derechos de tu hijo, así como enlaces que te llevan a otros lugares donde averiguar más acerca de estos. Esperamos que toda la información ayude a que tu hijo reciba lo que necesita. Tenemos otra página en la que están las historias de otros padres de familia quienes han tratado de proteger los derechos de sus hijos y tenemos el blog de un padre de familia.
Las leyes están para asegurar que las personas con discapacidad estén protegidas. Es más, las personas con discapacidad física o intelectual se consideran una “clase protegida”. Esto quiere decir que la ley las protege de trato injusto (por ejemplo, discriminación). Las leyes de discapacidad son complejas y a veces cambian. La lista que está más adelante te explica algunos de los derechos y el amparo legal más importantes que existen. Disability Rights Texas proporciona más detales sobre estos temas. En la lista están los enlaces a sus páginas web y folletos disponibles.
Los niños o adultos con discapacidad tienen derechos al tratarse de:
Si quieres saber más, aquí están algunas de las leyes principales que ya mencionamos sobre los derechos que tiene tu hijo::
Muchos programas, servicios y hospitales también tienen sus propias listas de derechos para la gente a la que sirve. Puedes buscar o pedirlos cuando tu hijo ingrese (tenga su primera visita) o en cualquier otro momento. Por ejemplo, cuando tu hijo llega al hospital o empieza a recibir servicios de un programa del Estado, quizás te den una de estas listas. O tal vez el lugar tiene un poster en la pared con la información. Si no la ves, puedes preguntar y pedir que te la den.
Las leyes como HIPAA y FERPA están en vigencia para proteger la información médica o escolar privada de tu hijo. Hay veces en que compartir su información le ayudará. Si las personas que trabajan con tu hijo pueden hablar o compartir su expediente quizás puedan colaborar mejor. Pero también hay veces que puedan causar daño ya sea a él o a tu familia si la compartes. Quizás las personas a quienes se las diste la usen de manera que te hagan sentirte incómoda.
Si es necesario compartir detalles sobre el diagnóstico o tratamiento de tu hijo, vas a tener que firmar la autorización de divulgación de información. Si tu hijo tiene 18 años o es mayor, él o la persona a cargo de su tutela la puede firmar. Si deseas que cierto programa o persona comparta la información de tu hijo, pídeles el formulario de autorización.
Los padres de familia y abogados con los que hablamos dijeron que es buena idea ser cuidadosa sobre lo que estás dispuesta a compartir con otros. No necesitas compartirlo todo. Si las preguntas que te hace un profesional te preocupan, pregúntales qué es exactamente lo que necesitan saber para ayudar a tu familia. También es buena idea preguntarles si la compartirán con otros y la razón por la cual lo van a hacer. Tú siempre puedes dar fin a la autorización o rasgar el papel más adelante. Deshacerte de la autorización no te devuelve lo que ya compartieron, pero protege cualquier cosa nueva la cual deben mantener como privada.
También tienes el derecho de pedir los expedientes de tu hijo en cualquier momento para ver qué contienen. Si tu hijo tiene 18 años o es mayor, él o la persona a cargo de su tutela los pueden pedir.
Si crees que alguien está violando (o no se está respetando) los derechos legales de tu hijo, no temas a tomar los pasos necesarios. Tú puedes defender a tu hijo.
Para empezar, escribe lo que sucedió, incluyendo todos los detalles que puedas. Esto te va a ayudar en caso de que tengas que colaborar con varias personas o comprobar los hechos. Además, a veces las luchas relacionadas a defender tus derechos pueden tomar bastante tiempo y quizás no te acuerdes de todos los detalles más adelante.
Después ve si puedes descifrar cuales fueron los derechos de tu hijo que violaron. La lista y las leyes que ya se mencionaron te pueden ayudar, pero si no estás segura, no te preocupes.
Aquí está la lista de las diferentes personas y programas que quizás te puedan ayudar.
Ponerte en contacto con otros padres de familia para preguntar si ellos tuvieron un problema similar y qué es lo que hicieron. Nuestra página Si violan los derechos de tu hijo y la del blog sobre derechos de discapacidad tienen las historias de padres de familia que quizás te de algunas ideas.
Si sientes que a tu hijo lo trataron de manera injusta, o que no le proporcionaron lo que necesita, seguramente estás enojada y triste.
A veces, el solo hablar sobre algún problema ayuda a resolverlo. Pero quizás haya otras ocasiones en las que tal vez desees pelear por sus derechos. Y ciertas veces a lo mejor decidan no buscar pleito y usar esa energía en algo más. Es difícil decidir cuando sí y cuándo no hacerlo. Puedes hablar con otros padres de familia, escuchar lo que dice tu hijo y conseguir más información, más no olvides que siempre hay cosas que puedes intentar hacer.
Hay maneras en las que puedes hacerte valer para ayudar a tu hijo - y a la vez ayudar a la siguiente familia que enfrente esa situación.