De lo horrible a lo increíble

Nos habíamos preparado para que nuestro hijo Jac se quedara en la misma preparatoria por al menos 6 años. Después se presentaron muchas situaciones que básicamente nos forzaron a transferirlo a otra escuela.

Esta transferencia a la otra preparatoria no solo ha sido algo bueno, sino una verdadera bendición de Dios.

En la primera semana nuestro hijo se adaptó a su nueva escuela y a su horario como todo un campeón. El director notó inmediatamente que Jac estaba fascinado con su corbata. Se imaginaba como volaría con el viento. No se resistía en tocarla para imaginarse como volaría –de la misma manera que descifraría todo aquello que captara su atención por primera vez.

La siguiente semana cuando lo recogimos de la escuela notamos que no solo tenía una sonrisa que nunca habíamos visto pero también traía una corbata puesta. Su corbata es muy especial para Jac. Es especial porque el director se la había dado. Jac se pone su corbata todos los días para la escuela.

A medida que se acercaba navidad, recibí una fotografía del director permitiéndole a Jac que escogiera una corbata navideña nueva. La sonrisa en sus caras era felicidad pura. Lo que no sabía es que el director le había pedido al personal de la escuela que les trajeran corbatas navideñas a los niños de educación especial.

Después recibí otra fotografía del director con todos los niños vistiendo sus corbatas navideñas. Para mí las fotografías representan más que felicidad. ¡Representan como un niño tan especial puede tocar las vidas de tantas personas!

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