10
de
Agosto
de
2016
|
De:
Kelly Mastin
Este mes he estado asistiendo a conferencias locales y no tan locales relacionadas con la discapacidad y la educación especial. Para mí es una prioridad asistir a conferencias y cursos cada vez que tengo la oportunidad. Es importante que siempre esté aprendiendo y preparándome para mi hijo, familia y comunidad.
Es fácil salir de un adiestramiento y sentirse abrumado. Mientras me siento y escucho a los expertos y padres quienes van más adelante de mí en esta travesía, hay mucho que aprender. Absorbo tanto como pueda. Estoy en el modo de esponja. Remojada. Sumergida. Aprendiendo, aprendiendo, aprendiendo.
Me voy de la conferencia con páginas de notas y mucha información, la cual posiblemente, me cambiará la vida. ¿Cómo puedo recordar todo? ¿Cómo puedo ponerlo todo en práctica?
He aprendido algunas estrategias para enfocarme y seguir hacia adelante después de asistir a un curso o conferencia.
- Me tomó un tiempo para reflexionar sobre lo que he escuchado. Me tomo un tiempo para sentarme y leer las notas que tomé. Recuerdo las historias y reflexiono sobre las ideas y las estrategias. Simplemente el sentarme y concentrarme a menudo me ayuda a despejar la sensación de estar abrumada y sé cómo seguir adelante.
- Hago una lista de conclusiones de las notas, historias y estrategias que están flotando alrededor de mi cabeza. Hago una lista de las ideas principales en las cuales me quiero enfocar. Pueden ser estrategias, cosas para investigar, pasos a seguir, cosas en las cuales pensar. Realizo una lista de las cosas que aprendo de cada curso o conferencia.
- Decido algunos pasos de acción. Después de recopilar las cosas que aprendí, decido sobre algunas medidas de acción específicas. Estas son cosas muy específicas las cuales voy a comenzar inmediatamente. Cosas que voy a poner a un lado a corto plazo para investigar y ponerlas en práctica con mi hijo inmediatamente. Estos pasos de acción pueden afectar a mi hijo, cónyuge, maestro, otras personas y a mí.
- Publico los pasos de acción. Una vez que he decidido cuáles serán los pasos a seguir, les digo a las personas acerca de ellos. Tengo una conversación con mi hijo acerca del crecimiento o los cambios que estamos empezando. Informo a mi cónyuge o a quien lo necesite para ayudar con los pasos a seguir. Cuelgo una lista de las nuevas medidas de acción o metas en la nevera o en el cuarto de mi hijo. Hablar de los pasos de acción y colgarlos en algún lugar me ayuda a recordar para que son. Al verlos colgados actúan como un recordatorio visual para mí y mi familia. Y publicar estos pasos también me ayuda a contabilizarlos.
Al seguir estas estrategias después de una conferencia o adiestramiento me ayuda a asegurar que no tire a la basura el tiempo que estuve sentada en una conferencia. Me ayuda a seguir avanzando y progresar.
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