Cree en tu hijo

Como madre, he oído muchos comentarios de los profesionales que han trabajado con mi hija. Muchos comentarios estaban basados en sus opiniones y fue difícil escucharlos. A pesar de lo duro que fue escuchar a la gente decir estas cosas, estoy agradecida de que lo hayan hecho. ¿Por qué? ¡Porque me motivó! 

Durante una de las reuniones del Plan Educativo Individualizado (PEI) de mi hija, un profesor dijo: "Su hija es incapaz de adquirir conocimiento académico". Me sentí muy frustrada. Mi hija tiene una discapacidad cognitiva, y aun así es capaz de aprender. ¿Es una erudita académica? No, ¡pero puede aprender! 

Cuando vi que no tenían fe en mi hija, entendí que debía de hacer algo. Contraté a un tutor. Fue la mejor decisión que pude haber tomado. El tutor ayudó a mi hija con la lectura.

En solo un mes, pasó de ser descrita como "no lee" a poder leer palabras y frases sueltas. Además, ella entendía lo que leía. ¡Siempre supe que podía hacerlo! ¿Leía al nivel de su grado? No. Leía a su nivel. ¿Era un programa basado en la fonética? No. Era un programa adaptado a su estilo de aprendizaje. 

Una vez que tuve las pruebas de que mi hija podía leer, entendí que se necesitaba un cambio en la escuela. El programa de lectura por fonemas no era adecuado. Mi hija necesitaba un programa de lectura visual, y los maestros se beneficiarían con el entrenamiento.

Agendé una reunión con el superintendente. Durante nuestra junta, le di una copia del progreso de mi hija de acuerdo con su tutor, y también una copia de la minuta de la junta del IEP, con el comentario que habían hecho. 

Los reportes tenían información tanto del equipo de la escuela como del tutor. Se mostró preocupado y al finalizar la junta, me preguntó si podía conocer a mi hija y hablar con el personal. Me pareció bien. 

Una semana después, recibí una llamada del superintendente. Pudo conocer a mi hija y hablar con el personal. Les comentó lo que había observado. Y luego me preguntó que me gustaría que se hiciera en consecuencia. 

Le expresé lo que a mi parecer tenía que hacerse y estuvo de acuerdo con mis sugerencias. El distrito contrató a un especialista en inclusión para que trabajara con el personal de la escuela por el resto del año. También compraron el programa de lectura que mi hija estaba usando con el tutor. ¡Éxito! 

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