6 de Octubre de 2020 | De: Leslie Curtis
Categorías: Apoyo para la familia
Como madre de un hijo con autismo, he intentado arduamente durante mucho tiempo enseñarle a mi hijo todo lo que esta vida tiene para ofrecerle. Siempre he querido estar segura de que él haya experimentado cada una de las cosas que nuestro hijo mayor experimentó. Pero como pudiste haber adivinado, eso no ha sido fácil.
Por alguna extraña coincidencia, sucedió que un amigo muy querido me preguntó si queríamos ir a un espectáculo aéreo. Respondí honestamente diciendo, “Nos encantaría intentarlo, pero simplemente nunca sé por cuánto tiempo Jac pudiera tolerarlo. Especialmente con los sonidos de aviones volando y los bombardeos falsos pretendiendo escenas de guerra.”
No había compromiso. Sin costo para nosotros. Era un evento de entrada por salida. Por lo que podíamos salir a nuestro antojo. Mi esposo y yo subimos a nuestro hijo de 18 años que tiene autismo al carro y nos dirigimos hacia allá.
Mi esposo ya iba quejándose de cómo esto iba a ser seguramente otro de uno de esos intentos fallidos de hacer parecer normal nuestra salida familiar. Así como íbamos entrando al área de estacionamiento, nuestro hijo iba ya hablando una milla por minuto acerca del helicóptero y los viejos aviones estacionados afuera.
Caminamos hacia el hangar de aviones y mi hijo vino a la vida. Era como si un nuevo mundo se abriera repentinamente solo para él. Nunca lo había visto tan emocionado, nunca. Él de alguna manera supo lo que un hangar de aviones era, él de alguna manera supo que quería ser piloto y empezó a decirles a extraños que esos aviones eran sus jets privados.
Fue algo que no tuvo precio. Él pudo subirse a una cabina de uno de los aviones y empezó a decirnos como iba de alguna manera a despegar el avión del suelo y encontraría la forma de aterrizarlo presionando los botones.
Este hijo mío uso palabras que yo nunca había oído que él usara antes y repentinamente parecía ser bastante experto en aviones. Y también en todo lo que involucraba jets privados. Él estaba realmente fascinado.
Nos quedamos en el Espectáculo del Aire por dos horas, viendo aviones volar. Pero lo más importante, pasamos dos horas siendo una familia sin fronteras y sin límites. Fuimos una familia que comió pastelillos de embudo, tomamos limonada y disfrutamos la vida al máximo.
Mi hijo mayor lo dijo mejor al final de nuestro viaje, “Mamá, hoy el autismo no ganó. La familia Curtis ganó.” ¡Sí, definitívamente lo hicímos!
Leslie ha compartido muchas experiencias de Jac, disfruta sus artículos.
Unos años antes de que mi hijo George se graduara de la preparatoria, nuestra familia descubrió un programa de las Olimpiadas Especiales llamado FUNdamental Sports.
Categorías: Apoyo para la familia, Transición a la edad adulta
Los niños necesitan aprender sobre las emergencias de maneras que puedan entender y hablar sobre ello.
Categorías: Apoyo para la familia
Tus planes de emergencia podrían ser diferentes, pero sin importar cómo sean, pueden marcar la diferencia.
Categorías: Apoyo para la familia