8 de Julio de 2017 | De: Kelly Mastin
Categorías: Apoyo para la familia
Mi hija de 14 años, Chloe, siempre ha tenido problemas de sensibilidad oral. Tiene una disfunción para tragar y le falta la coordinación necesaria para masticar sólidos. Tiene un historial de aspirar líquidos. Todas estas dificultades combinadas hacen que la hora de la comida sea todo un reto.
Por años, Chloe ha sobrevivido tomando Pediasure –recetada por su doctor gastroenterólogo. El único suplemento que siempre ha tenido es Gerber de avena mezclado con Pediasure. Ella comía avena al menos dos veces al día.
Algunas veces comía puré de manzana o yogurt –y después pasaban meses en los que se reusaba a comer alguno de los dos. Eso fue su dieta por años: puré de manzana, yogurt, Pediasure y avena para bebé. Aun cuando me sentía confiada de que estaba recibiendo la nutrición necesaria con los suplementos de Pediasure, deseaba que pudiera comer comida más variada.
La terapia de alimentación funcionó por un periodo corto. En sus terapias de habla y en la ocupacional sus terapeutas dejaban que Chloe jugara con la comida mientras se acostumbraba a ella; nunca se le forzó comer nada. Un terapeuta la dio por primera vez pudin de chocolate, algunas veces le desmoronaba galletas encima. En ocasiones Chloe comía un poco y otras nada.
La terapista siempre animó a Chloe a que tocara la comida con los dedos para que la explorara aunque hiciera reguero. Un día hasta le permitió pasar un carrito por encima del pudin y las galletas. Cualquier interacción que tuviera con la comida era considerada un éxito.
Al pasar de los años continué con mucho éxito agregando comidas al repertorio de Chloe. Empezó a disfrutar las malteadas de chocolate y los frijoles refritos –ambas cosas están disponibles en las ventanillas de servicio en los restaurantes y hacen más fácil nuestras salidas con ella.
Una vez que las comidas que le gustaban a Chloe se volvían mas consistentes, comenzábamos a tratar otras nuevas que no eran mucho de su agrado. Mi método era pedirle que diera de 2 a 5 mordidas de una comida nueva con la promesa de que después le daría la comida que le gustaba. En algunas ocasiones esa estrategia fue muy exitosa.
Poco a poco fuimos agregando diferentes comidas y sabores. Sin embargo, todavía no hemos tenido ningún éxito en agregar ninguna textura. Chloe sigue comiendo estrictamente una dieta basada en purés. Actualmente Chloe come la misma comida que el resto de la familia, simplemente la licuamos en un Magic Bullet (licuadora especial) y me aseguro que no esté caliente antes de servírsela.
¡En realidad, mi hija ha avanzado bastante! Pero ha tomado años el llegar aquí. Ha sido una experiencia de mucho aprendizaje y estoy muy orgullosa de ella y de nosotros.
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