4 de Agosto de 2020 | De: Leslie Curtis
Categorías: Apoyo para la familia
Mi hijo cumple 18 años en una semana. Hemos cuidado de cada una de sus necesidades por 17años y, aun así, no estoy muy preparada para este proceso de transición y tutela.
Mi esposo y yo nos hemos reunido con un abogado para saber cual es el proceso para obtener la tutela. Mientras estaba sentada en esa junta, empecé a sentirme confundida. Era como si estuviera escuchando un lenguaje extraño. Empecé a sentir mi corazón hundirse. Porque hace 17 años, nunca imaginé que estaría sentada en una junta tratando de planear el que mi hijo nunca sería capaz de tomar decisiones por sí mismo.
Aprendimos que el proceso de tutela tiene varias reglas extrañas. Un ayudante del sheriff nos tiene que traer la documentación para que él se presente en la corte. Curiosamente, nuestro hijo no estuvo preocupado por esto. Y como es su costumbre trató de hacerse amigo del asistente del sheriff. Le preguntó “Eh, amigo, ¿qué te pasó en la mano?”
Cuando notó un curita.
En cuanto a mí, ver la documentación y la palabra “incapacitado” me rompió el corazón en mil pedazos. Provocó un ataque de llanto de una hora.
Nuestro siguiente visitante fue el abogado que fue señalado como el defensor de mi hijo. No creo que tuviera mucha experiencia con jóvenes adultos con discapacidades. Le preguntó a nuestro hijo que si confiaba en sus padres para continuar cuidando de él por el resto de su vida. Después de 3 o 4 preguntas sin respuesta, el hombre finalmente entendió que él no le iba a contestar. Nos hicieron preguntas acerca de lo que nuestro hijo podía hacer por él mismo. Contestamos no a todas ellas y ese dolor de corazón hundido me pegó de nuevo.
Afortunadamente, mi hijo mayor me ayudó a darme cuenta esta semana de que todo el arduo trabajo que hemos hecho por 17 años se iría directo al caño si no hacíamos esto.
Así que, Jackson, eres nuestro dulce muchacho, ¡desde ahora hasta la eternidad!
Encuentre más información acerca de transición a la edad adulta y tutela.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
Categorías: Apoyo para la familia
Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
Categorías: Apoyo para la familia
¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
Categorías: Apoyo para la familia