22 de Agosto de 2016 | De: Kelly Mastin
Categorías: Diagnóstico y el cuidado de la salud
Mi hijo tenía "comportamientos" significativos cuando era pequeño. Lanzaba cosas, gritaba y lloraba. Golpeaba, pateaba, rompía cosas, se agitaba y se azotaba.
Cualquier persona que no lo conociera asumiría que necesitaba más disciplina. Alguien que no conociera la situación podría pensar que era un niño malo.
Pero mi hijo tenía ansiedad significativa y un desorden de procesamiento sensorial. El control de sus emociones y mostrar sus sentimientos de manera apropiada era difícil para él. Tenía cambios de humor repentinos; o estaba exorbitadamente feliz, o estaba tirado haciendo berrinche.
Él necesitaba mi ayuda. Y aprendí estrategias para ayudarlo.
Primero necesitaba asegurarme de tener un lugar al cual ir cuando se encontraba enojado o molesto que le permitiera expresar sus necesidades. Golpear, patear y tirarse al si así necesitaba hacerlo, así que acondicioné un área con un saco de arena, almohadas, asiento blando y una colchoneta que podamos usar y mantenerlo a salvo.
Hice un lugar donde pudiera ir a romper papel. Algunas veces él hizo esto para mostrar sus emociones y romper algo. Otras veces era simplemente por el gusto de romper papel - el sonido y la sensación de rasgarlo.
Necesitaba un espacio en el closet donde podía estar solo y reventar burbujas de plástico. Lo calmaba y ayudaba a enfocarse. También me ayudaba a mí a lo mismo.
También tuve que permitirle gruñir. Hubo un tiempo en que no podía permitir a mi hijo que gruñera cuando estaba enojado. Pensé que era inapropiado e inhumano. Pero un día me enfadé por algo y me di cuenta que dentro de mi cabeza, estaba gruñendo.
Yo, también, gruñía cuando estaba enfadada – Sólo que yo sabía cómo mantenerlo en silencio. Después de ese día, le permití gruñir cuando él estaba enojado. Tenía la esperanza de que no gruñera cuando tenga 45 años de edad, pero es su manera de expresar ira. Así que le seguiré permitiendo que lo haga.
También me pareció muy útil nombrar las emociones que estaba sintiendo. Si sabía que estaba enfadado, lo catalogaría por él. "Estás tan enfadado, ¿verdad? Querías que fuera tu turno con ese juguete, pero es el turno de Milo. Se siente injusto, ¿no es así? ¡Estás tan enojado! "A veces nombrar la emoción le ayudaba a mi hijo.
Aprendió (lentamente) lo que significaban sus emociones y a expresarlas de manera más saludables. Además, usar un cartel con imágenes de expresiones faciales y emociones fue muy útil. Podríamos señalar las emociones en el cartel y hablar acerca de ellas.
La clave más importante fue darme cuenta de que todo comportamiento es comunicación. Sus acciones no eran comportamientos. No requiere una disciplina más estricta o más dura. Sólo necesitaba ayuda para entender sus emociones. Estas estrategias no nos ayudaron de la noche a la mañana, sino que ayudaron a mi hijo a aprender a regular mejor sus emociones.
Encontré este útil artículo para aprender maneras de ayudar a mi hijo: "Cuando tu hijo tiene comportamientos difíciles" by David Pitonyak.
Puedes visitar este sitio web para más información acerca de Manejar los problemas de comportamiento de tu hijo con discapacidad.
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