4 de Junio de 2015 | De: Barbara Knighton
El desfile de todos los americanos puede traer mucha diversión, ya sea el 4 de julio, Navidad, Acción de Gracias o Rodeo. Todos adoran los desfiles. Es lo que solía pensar antes de tener un niño con necesidades especiales de salud. Ya no sería parte de mi vida esta tradición norteamericana. Mi hijo despreciaba los ruidos fuertes y las multitudes. Todo alrededor de él le parecía una convulsión. Había anhelado continuar con la tradición familiar de asistir a los desfiles. He asistido a muchos y quería compartir la experiencia con mi hijo.
Mi esposo es bien analítico, había descubierto una manera de hacerlo posible. Un paso a la vez. Como todo lo demás en la vida de mi hijo, nos tomamos las cosas con calma…. Comenzamos a asistir a los desfiles de pueblo y luego de varios años trabajando nuestro camino hasta el espectáculo de “Huston Livestock Show” y el Rodeo. Nosotros le explicamos a nuestro hijo cuando iban a ocurrir los ruidos fuertes y que esperar. El comenzó a comprender que nadie lo iba a lastimar y que podía cubrirse los oídos cuando se acercaran los vehículos de emergencia.
También ayude a decorar las carrozas para que el pudiera pasear en la carroza y conocer el aspecto detrás del espectáculo. Le mostré como las personas se alinean y están listas para desfilar en el desfile. Cuando fuimos al Rodeo, lo hicimos con el “Lighthouse of Huston”. Habían asistido otras familias con niños y adultos con discapacidades. Nosotros obtuvimos asiento preferencial para que nuestro niño pudiera ver de cerca lo que ocurría. El disfruto mucho el pasadía. También observó como los otros invitados reaccionaban con los otros participantes del desfile, según ellos iban pasando.
El participó del desfile Navideño Zavala el pasado diciembre. El paseo en un carro clásico con su padre. Ver su mirada no tenía precio. Mientras los veía me salieron lágrimas. El tenía una sonrisa que brillaba como un millón de estrellas. Habíamos creado un recuerdo que perduraría en su memoria toda la vida. Es maravilloso saber cuán lejos había llegado.
En mis momentos más oscuros, nunca pensé que lograríamos esto. Anteriormente el confinado a la casa, padecía de convulsiones constantes y era medicamente bien frágil. Era como si hubiéramos despertado de un sueño profundo y finalmente éramos capaces de encontrar alegría en nuestra vida. Nos queda mucho camino por recorrer pero somos capaces de disfrutar de nuestras tradiciones. Una vez más es un gran paso. Se acerca la próxima parada salgan a disfrutarla. Recuerden, algunas veces los pasos pequeños, son nuestros grandes logros.