El despertar

Todos los padres se atemorizan cuando su hijo recibe un diagnostico el cual ellos saben le afectará por siempre. Como padre se te obliga a que entres a este mundo nuevo de investigación, aprendizaje y claro vivir diariamente mediante prueba y error.

Mi hijo cumplió 17 años hace unas semanas atrás. Y por alguna razón las cosas pintan muy bien. No tengo idea por qué. Pero te diré, es como si mi hijo estuviera despertando de un largo y profundo coma.

Pareciera ser que su autismo y epilepsia le hubieran robado su infancia. Y ahora, de la nada, es como si estuviéramos viendo la persona que realmente es. Claro todavía tiene características del autismo. Todavía hace berrinches y no está entrenado para ir al baño. Pero la conciencia que tiene del entorno me deja sorprendida.  

Jac está en una escuela nueva y se ha acoplado a ella tan fácilmente. Su comunicación todavía muestra su ecolalia y recitar guiones o líneas de algunas películas, pero ahora está empezando a llamar a la gente por su nombre.

Rápidamente nos dimos cuenta que le va muy bien en su clase de arte. Su maestro usa un dibujo debajo de la hoja para ayudar a que los estudiantes tracen bien la figura. Mi hijo hizo un excelente trabajo. ¿Quién pensaría que él podía hacer esto? Fue increíble.

Entiendo que no parezca la gran cosa. Pero nosotros estamos viendo que por fin está llegando ahí a donde siempre esperamos que llegara.

¡Para mi familia es como un milagro de navidad!

Asumir sus capacidades les da a nuestros hijos con discapacidades la oportunidad de explorar la vida al máximo. Es una de las cosas más importantes de hacer por nuestros hijos. Lee los artículos de Leslei en ellos comparte historias de ella y de su hijo.