El mejor amigo de un niño

Nuestra familia siempre ha tenido perros. Tristemente nunca hemos sido los mejores dueños. Hasta el día que llego Bentley.

Hemos pasado los últimos seis meses viajando de Midland a Dallas con el propósito de prepararnos para la cirugía de columna de nuestro hijo. Después de la segunda cirugía, mi esposo tuvo una gran idea, tener por primera vez un perro dentro de la casa.

Dos meses después de su cirugía, ahora somos buenos dueños de un perro y nuestro hijo tiene un mejor amigo. Este cariñoso perrito parece saber que nuestro hijo es especial. No sé cómo, pero parece tener esa intuición.

Ahora mi hijo se cree dueño de objetos como el sillón y la cama pues cada que Bentley brinca en el sillón, escuchamos como grita, fuerte y claro: “El perro esta en mi sillón” Quien diría que nuestro hijo fuera tan posesivo con el sillón o su cama?

Es de lo más dulce ver como el perro quiere quedarse y pasar la noche en la cama con nuestro hijo. Debe sentir que Jackson necesita protección. Quiere quedarse junto a su niño, pero extrañamente el niño no quiere que el perro le perturbe el sueño.

Jackson ya está empezando a ver lo divertido que es tener una mascota. Lo he visto sosteniendo el peluche de Bentley y observando como el perrito trata de agarrarlo. Finalmente, Jac tiene un amigo. Si, tiene cuatro patas, pero este amigo no le puede hacer bullying. Bentley es leal y muy protector.

Al principio parecía ser un mal momento para esto. En retrospectiva fue tal vez la mejor terapia que hemos tomado, no solo para nuestro hijo sino para toda la familia.

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