Fiesta para el niño

¡En mi familia amamos las celebraciones! Los días festivos los celebramos en grande, las decoraciones son un requisito. Y si me conoces, sabrás que tengo globos y serpentinas los cuales están listos para cualquier momento.

Hoy mi hijo cumple 17 años. 17 años de no estar involucrado en las festividades.

Mi hijo Jac tiene autismo. Así que la gente, el ruido y el simple hecho de no saber apagar las velas del pastel ha sido demasiado para él. Me han tomado 17 años de aprendizaje y desilusión pues los cumpleaños que yo tenía en mente no eran los cumpleaños que mi hijo tenía en mente.

A medida que pasaron los años por fin entendí cuáles eran los cumpleaños que le divertían a Jac. Lo que más le gusta hacer es ir a hoteles. Puede ir a nadar y tiene todo el control sobre su reproductor de DVD portátil.

Así que este año otra vez fuimos a un hotel y lo llevamos a comer al café Rainforest. Andábamos de suerte y fuimos los primeros en el restaurante. Jac tenía una sonrisa de oreja a oreja. Disfrutó de los animales que parecían reales, de las peceras que había por todo el restaurante y el hecho de andar con su persona favorita en todo América, su hermano.

Le dijimos a los meseros que era su cumpleaños pero que no le fueran a cantar.  No estábamos seguros como tomaría eso. El panque con 3 pulgadas de betún fue la cereza del pastel. Todo lo disfrutó enormemente.

Ahí lo tienes, no hubo globos ni serpentinas, solo un hotel, una alberca y una cena llena de recuerdos.

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