¡Celebrando las batallas difíciles!

Siempre es difícil asistir a eventos en donde se entregarán premios por los logros obtenidos. Los niños han trabajado duro y entiendo que se han esforzado por obtener asistencia perfecta o excelencia en matemáticas. Pero pienso en mi hijo quien batalla cada mañana por ponerse los soportes ortopédicos y los zapatos por sí mismo. El desea tanto hacerlo independientemente. 

Él está tan emocionado cuando llega el autobús y va a la escuela. Pienso en lo fuerte que trabaja para escribir su nombre en el papel mientras otros niños han terminado su trabajo y lo están entregando. El solamente caminar por el salón de clases es difícil para él.

Pienso en el miedo que él enfrenta cada noche cuando toma un baño porque esta aterrorizado del agua cuando otros niños están disfrutando la alberca durante los días de calor en el verano. Mi hijo debe luchar por cada palabra y pensamiento que tiene. Él luchó para gatear y finalmente caminar. Él tenía cinco años la primera vez que pudo brincar con ambos pies.    

Como familia, hemos aprendido que las batallas más difíciles son las victorias más dulces.

El primer día que mi hijo caminó, él tenía tres años de edad y tuvimos una gran celebración con gritos, bailes y muchas, muchas lágrimas. Era una destreza que los doctores dijeron que nunca lograría, pero sí lo logró.

El día que aprendió a saltar con ambos pies, nuestros vecinos probablemente pensaron que habíamos ganado la lotería.   

¡Las victorias no ocurren todos los días en nuestro hogar, pero son obtenidas tras el trabajo duro y las celebraciones son extraordinarias! Estos son las recompensas por los logros de mi hijo. 

“‎La victoria no se define por perder o ganar. Está definida por el esfuerzo. Si puedes decir sinceramente, hice lo mejor que pude, entonces eres un ganador”.
― Wolfgang Schadler

La sección de apoyo a la familia  ofrece información sobre una amplia gama de temas para las familias de niños con discapacidades.