Los cambios

Los cambios no son fáciles para mi hijo, quien tiene, entre otros diagnósticos, el de un trastorno del espectro autista. Para mí también son difíciles los cambios y, como madre, entro en pánico junto a mi hijo cuando ocurre algo importante. 

Mi familia va a tener que mudarse de forma imprevista debido a un problema que escapa a nuestro control. Una mudanza es estresante para cualquier persona, sea esta neurotípica o no. Sé que mantener la calma, centrarme y respirar hondo será útil para ayudar también a mi hijo. Esto puede resultar difícil en momentos de crisis, cuando mi ansiedad se cruza directamente con la suya. Si yo no controlo mi ansiedad, su ansiedad estará fuera de control. 

Mi mantra interno últimamente es: “Respira hondo. Respira hondo. Respira hondo.” 

Por ahora, estoy de acuerdo en no controlar excesivamente su tiempo de exposición a una pantalla. Por ahora, los calcetines tirados en medio del piso los puedo recoger yo, o se pueden quedar ahí. Por ahora, tranquilizar a mi hijo es también tranquilizarme a mí misma porque todo va a estar bien. ¡Estamos viviendo la aventura de la vida! 

Dejar de ocuparnos de las cosas pequeñas es lo que nos ayuda a superar estos momentos. Esto también pasará. Superaremos esto y, al volver la vista atrás, veremos lo fuertes que somos. Hacer frente a los cambios y lidiar con ellos es un reto de por vida para todos nosotros, pero especialmente para quienes encontramos desafíos en nuestra vida diaria. 

Lee las sugerencias de otros padres sobre el manejo del estrés durante una mudanza.