3 de Octubre de 2019 | De: Becky Tarwater
Categorías: Apoyo para la familia
Creo que soy una hipócrita.
Me encanta hablar de las cosas que hago bien. Es muy fácil de compartir los triunfos de mis hijos. Tengo muchas de esas historias. Tengo mucho conocimiento acerca de las cosas relacionadas con educación especial. Soy una experta en manejar comportamientos (en los niños de otras personas). Mi hijo está bien en estos momentos.
¿Por qué comparto todas estas virtudes contigo?
Primero quiero que sepas que no existe la mamá perfecta de niños con o sin discapacidad. Pero si tu niño tiene una discapacidad, eso significa que habrá más oportunidades para que tomes las decisiones equivocadas. Pasamos mucho tiempo de arriba para abajo, corriendo a la próxima consulta, planeando el IEP y educando a otros acerca de las discapacidades de nuestros hijos. Puede ser que escojamos una terapia que no es efectiva, tomar una mala decisión educacional, hasta olvidarnos que el tiempo es el mejor regalo que le podemos dar a nuestros hijos.
En el mundo de hoy en día veo a los demás por medio del lente de las redes sociales. Puedo olvidar que estoy viendo solo lo que ellos permiten que vea. Su realidad parece ser más bonita, más limpia y más en orden que la mía.
Hay ocasiones en las que escojo lo que quiero revelar acerca de mi persona, de mis hijos y de la forma en que los crio. No es un acto consiente de enseñar solo las historias de éxito. Usualmente es un esfuerzo de “ver el lado positive de las cosas”. Aun cuando pienso que soy buena mamá, no soy perfecta.
Tengo la habilidad de trabajar con niños que tienes problemas de comportamiento. Y odio admitirlo, pero después me volteo y rápidamente puedo incitar los malos comportamientos de mi hijo. Y yo los hago peores. Olvido que necesita tiempo de procesar las cosas, que el seguirlo a su cuarto cuando necesita calmarse no ayuda. Francamente, algunas veces olvido que tiene autismo. Y olvidarlo significa problemas garantizados.
Tengo muchas más imperfecciones, demasiadas para escribirlas. Pero te dejaré esas por el momento.
Todos o la mayoría de nosotros queremos ser los mejores padres. Puede ser que nos tocó un juego diferente, pero trabajamos duro para hacerles la vida más fácil a nuestros hijos. Algunos padres pueden ser mejores que nosotros. Algunos pueden batallar más que nosotros.
Viéndolo desde afuera, la vida de otras personas nos damos cuenta que solo vemos lo que ellos quieren que veamos. Así todos somos un poco hipócritas. Pero hacemos lo mejor que podemos.
En la sección de apoyo a la familia encontraras muy buenas ideas para la crianza de los hijos.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
Categorías: Apoyo para la familia
Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
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¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
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