Descubriendo mi tribu

A mi hijo no le caigo bien. Tampoco me odia. Tenemos una relación difícil. Jack no llegó a nuestra familia de una forma típica.  No soy su mamá ni biológica, ni adoptiva ni de cuidado temporal. Técnicamente soy su guardián.  Él realmente cree que soy un guardián el cual lo mantiene alejado de su familia.  En realidad, soy solo alguien que le hizo un favor a una amiga y está tratando de criar a esta pequeña criatura. 

Siendo una familia la cual ha sido formada al azar enfrentamos muchos retos los cuales jamás me esperé. Por ejemplo, ¿qué haces cuando alguien roba cada vez que sale de su cuarto? La culpa que se siente como mamá alcanza otros niveles cuando las cosas no salen bien.

¿Quién quiere hacerle daño a un niño que ya ha sido dañado con anterioridad? ¡Algunos días pienso que todo lo que hago es dañarlo más! ¿Y cómo exactamente balanceo las necesidades de un niño que ha sufrido abandono y ha sido traumatizado con las necesidades de toda una familia?

Tener un niño que es excepcionalmente diferente resulta también en mucho aislamiento. No mucha gente entiende que tu hijo solo se sienta seguro en su habitación. O que ahora no podemos romper las reglas de la casa ni siquiera un poco. Porque hacerlo significa que nada es seguro y todo cambia.  Algunas veces ni mi familia lo entiende y me siento como si a nadie le cayera bien. Se siente demasiado aislamiento.

¡Es por eso que es muy importante encontrar tu tribu! ¡Yo necesitaba encontrar otras mamás que hubieran experimentado un trauma! ¡Al principio ni yo entendía que estaba pasando por esto! Por fortuna tuve la oportunidad de ponerme en contacto con una mamá que tenía experiencia en trauma y la cual me introdujo a toda una comunidad. ¡No estaba sola!

Hay grupos de mujeres las cuales se juntaban en mi comunidad y en línea para animar y apoyarse unas a otras cuando pasaban por noches de insomnio, malos momento e incluso cuando alguien entraba a una clínica de tratamiento. ¡Han vivido lo peor y han logrado salir adelante! Encontraron la luz al final del túnel.

Ser parte de esta comunidad me ha dado la fortaleza para enfrentarme a las aventuras que lleguen a mi vida. Estas mujeres entienden cuando digo que no puedo darle la espalda a Jack.  Me calman cuando me siento decaída y me dan consejos para no caer en círculos viciosos.  Sus triunfos se convierten en mis triunfos o al menos abren la puerta a la esperanza de que nuestra familia también triunfe algún día. ¡Además, me echan porras! Y después de un día lleno de batallas o triunfos, no hay nada mejor que acercarte a tu gente y que te digan “buen trabajo”.

Aprenda acerca de cómo se puede conectarse con otras familias y grupos de padres.