Encontrando apoyo después de cambiarme lejos de familia y amigos.

Cambiarte de un estado a otro es todo un reto para cualquier familia, pero cuando tienes un niño con discapacidad complica las cosas aún más. Hay que encontrar doctores, archivos escolares que transferir, escribir nuevos IEPs.  Además, el cambiare también implica dejar atrás amigos, familia y apoyos importantes.

Poco después de llegar a San Antonio mi esposo Rick se fue por 6 semanas a un entrenamiento.  No conocía a nadie y estaba sola en una ciudad nueva.  Cualquier tarea que hiciera era complicada.  Una vuelta al supermercado requería poner a Katelyn en un carrito, empujar a Ryan en una silla de ruedas y empujarlos a los dos por toda la tienda.  Era un verano muy caliente en San Antonio (¿acaso hay algún otro tipo de verano en San Antonio?) y el cansancio físico junto con el calor daba como resultado una mamá enfadada con niños acalorados y cansados.  ¡Necesitaba ayuda!

La organización ARC de San Antonio vino a mi casa para una visita y me trajo varios contactos de recursos importantes.  Primero había cuidado de respiro.  En ese entonces ofrecían servicios de respiro en la casa el día para que los papás salieran.

Me registré para el respiro lo más pronto que pude.  Ya tenía la opción de que alguien cuidara a Ryan en caso de que lo necesitara.  Ryan y Katelyn comenzaron a asistir a “el día libre de padres” de esta manera podía ir hacer mis compras sin el carrito y la silla de ruedas.  Esto fue un gran alivio.

La siguiente oportunidad fue Camp CAMP.  Ellos proveen un campamento donde pasan días y noches en el campo, pero también tienen el programa para que los padres salgan una vez al mes en San Antonio.  Esos viernes del mes nos daban la oportunidad a mí y a mi esposo de salir a cenar ir a ver una película o hacer las compras de navidad.

Ir al campamento en Hill Country era más abrumador.  Ryan tenía muchas condiciones médicas así que estábamos renuentes a permitir que pasara la semana allá.  Después de conocer al Dr. Chris Johnson, uno de los fundadores del campamento, nos sentimos mucho más seguros de confiarles nuestro hijo a el personal y los voluntarios que trabajaban allí. 

El Dr. Johnson tiene un gran corazón y está realmente comprometido para proveer a nuestros hijos una experiencia maravillosa en el campamento.

Así que nuestro segundo verano en San Antonio fue cuando Ryan paso la primera semana en el campamento.  Nosotros no pudimos estar más contentos con la experiencia.  Se pasó una semana increíble en camp CAMP.  Tenía un consejero buenísimo quien se aseguraba que Ryan asistiera a todas las actividades. Montó caballos, dio paseos en canoa, fue a nadar, además hizo muchos amigos.  En realidad, experimentó toda la diversión de un campamento de verano. 

El próximo verano, Katelyn finalmente nos convenció de que la dejáramos asistir al campamento para hermanos durante la semana en la que Ryan asistía su campamento.  Los hermanos tenían su propio grupo y recibían atención especial.  Rick y yo tuvimos nuestra primera semana solos!! Para ser honestos nos quedamos en un hotel aproximadamente 10 millas del campamento en caso de que necesitaran algo.  Todos ganamos con el campamento.  Ryan tuvo la oportunidad de ser niño, Katelyn tuvo la oportunidad de formar un vínculo con niños que entendían su papel como hermana y Rick y yo tuvimos la oportunidad de reconectar como pareja. 

The Arc de San Antonio, Respite Care de San Antonio y Camp CAMP fueron nuestros primeros apoyos en San Antonio.  Nuestra familia se benefició de estas organizaciones.  Nos ayudaron a encontrar nuestro hogar. 

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