Ya no estas aquí pero nunca serás olvidada

Cuando Casey falleció en marzo del 2016, todo mi mundo cambio. Tengo muchos amigos que han perdido a un hijo. Pensé que al verlos vivir esta experiencia tendría una idea de que esperar. Estaba equivocada. Nunca sabes que esperar. Y nunca estas preparada para decirle adiós a tu bebé.

Una de las cosas que he escuchado de los otros padres es que disfrutan mucho escuchar a otras personas hablar de sus hijos que han fallecido. Tristemente las personas que no están en nuestros zapatos no entienden esto. La mayoría de las personas evitan hablar de ellos. Evitan el tema pues creen que nos los están recordando y que es demasiado doloroso para nosotros.

Aun cuando creo que sus intenciones son buenas, realmente no importa si nos recuerdan al hijo que hemos perdido. Si lo sacan al tema o no, nosotros siempre los tenemos en nuestras mentes.

No hay un minuto que pase en el cual Casey no esté en mi mente. Hago mi mejor esfuerzo para enfocarme en las cosas buenas y no en los días de enfermedad, los problemas o en lo que pudo haber sido. Sin importar nada más ella siempre está en mis pensamientos.

Una de las cosas que a los padres como yo nos da miedo es que la gente olvide a nuestros niños.  Nosotros hacemos todo lo posible por mantener su memoria viva, pero duele mucho cuando otras personas a tu alrededor parece haberlos olvidado. El que eviten hablar de Casey me da la impresión de que la han olvidado.

En un mundo perfecto si alguien ve algo que les recuerde a Casey o tienen un recuerdo de ella que les gustaría compartir, me lo dirían.  Quiero escuchar su nombre, quiero saber que sigue viva en sus corazones y en su memoria. Por favor no eviten hablar de ella.

En un mundo perfecto hay un balance muy fino: La memoria de Casey está presente, no sientes lastima por mí y no soy orillada al punto en el cual este completamente abrumada por mi pena. Sé que no vivo en un mundo perfecto.

Si estás leyendo esto puedes hacer que las cosas mejoren.

La próxima vez que nuestros ángeles pasen por sus mentes, llámenos, mándenos un correo electrónico, un texto o búsquenos. Háganos saber que están pensando en ellos. Es así de fácil.

La página web "cuando tu hijo fallece" puede ofrecerte confort e información que te puede ayudar.