Culpa en los días Festivos

Los días festivos van a llegar pronto y para algunos de nosotros estos días ya empezaron.  El año nuevo judío llegó temprano este año, a mediados de septiembre.  A medida que el año continúa, por lo menos hay un día festivo al mes por el resto del año.  Esta temporada puede llegar a ser muy estresante para una familia como la mía y puede ocasionar mucha culpa para todos los involucrados.

Tenemos una niña que no se siente bien cuando hay mucha estimulación. Siempre ha sido así.  Siempre hemos tenido que celebrar los días festivos, así como cumpleaños de una manera discreta para que ella pueda participar sin causarle mucho estrés.  Y ahora con su salud física decayendo, realmente ya no asistimos tanto a celebraciones en las casas de otros familiares.

Nuestra hija tiene casi 14 años, la forma en que nuestra familia funciona no es nada nuevo para todo aquel que es cercano a nosotros.  Es muy difícil para nosotros hacer planes.  Algunas veces hacemos las celebraciones en un día diferente al del día festivo.

Así que cuando mi mamá habla en uno de estos días festivos –cuando es posible para nosotros juntarnos- desearía que nos apoyara y entendiera mucho más.  En lugar de eso tengo que escuchar las historias de cómo sus amigos están en sus casas cocinando y preparándose para que lleguen sus seres queridos a celebrar.  La pone triste el que ese día todos sus conocidos estarán con sus nietos menos ella.

Yo trato de no enojarme, pero es muy difícil mantener la calma.  No es que yo no quiera celebrar, así que respiro y de una forma calmada le recuerdo que nos juntaremos y que ella podrá cocinar igual que todo el mundo.  Solo que no será ese día. Mi hija está demasiado enferma para salir de la casa y no hay nada que pueda cambiar eso. Así que vamos a planear todo para hacerlo en otro día y poder enfocarnos en celebrar.

Conversaciones como estas traen mucho estrés a –la ya de por si estresante situación- además de hacerme sentir mucha culpa.  No le quiero arruinar los días festivos a nadie.  Algunas veces solo quiero apretar los dientes, sobrepasarlo y dejarlo atrás.  No es fácil, pero se puede lograr.  Solo recuérdate que no es algo que tu escogiste, si no más bien lo que tu hijo necesita.  Y las necesidades de tu hijo están en primer lugar por el momento.

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