13 de Octubre de 2020 | De: Leslie Curtis
Por 18 años, hemos tenido fiestas de cumpleaños solo con familiares para nuestro hijo, Jac. Me preocupaba que otros niños no llegaran a venir. Me preocupaba que si venían, Jac podría tener una crisis —¿Y qué pasaría entonces?
Por 18 años, dejé que ese temor dominara.
Hasta este año.
Jac parecía realmente disfrutar los dos bailes de graduación para personas con discapacidad a los que fue invitado al inicio del año. Por lo que decidí que trataríamos de tener una fiesta de baile en algún lado. Después de mucha deliberación, decidí tener la fiesta en nuestra casa. Jac estaría cómodo en su propio entorno. En caso de abrumarse, podría retirarse en cualquier momento a su cuarto. Y si yo me abrumara, podría correr a mi cuarto a llorar.
Con un poco de planeación y moviendo muebles alrededor, convertimos nuestra propia sala en un club de baile con luces estilo disco. Mi hijo mayor fue el DJ y tuvimos la lista perfecta de canciones más populares de fiesta y el último éxito de los hermanos Jonas.
Al llegar el momento para la fiesta, me impactó que varios de sus compañeros de clases vinieran a nuestra casa. Una de las mamás estaba muy conmovida. Esta era la primera vez en 17 años que su hijo había sido invitado a una fiesta. Le expliqué que nosotros también habíamos estado exactamente en sus mismos zapatos. Ya que solo habíamos sido invitados a una fiesta a través de los años. Ella estaba tan agradecida de que hubiéramos incluido a todos los estudiantes de educación especial de la escuela.
Para mucha de nuestra sorpresa, rápidamente aprendimos que a Jac y a sus amigos les encanta la música y les encanta bailar. No tan solo les encanta bailar, sino que fueron muy buenos bailarines. Tratamos de parar el baile para cantar Felíz Cumpleaños y, ¿adivinen qué? Los muchachos comieron y quisieron que la música comenzara inmediatamente después.
Tengo que decir que la mejor parte del día fue cuando uno de los muchachos decidió empezar a pedir canciones. A él aparentemente le encantó Lionel Richie. Por lo que nuestro DJ rápidamente revolvió entre la música para encontrar uno de los mejores éxitos, “All Night Long.” Y esa fue la canción que trajo a cada muchacho y adulto a la pista de baile. Estábamos todos bailando, sonriendo y presumiendo nuestros mejores movimientos.
Después de la fiesta, mi esposo y mi hijo mayor solo vieron la pista de baile vacía en un asombro puro. Todos juntos habíamos encontrado una nueva ventana al mundo de nuestro Jackson. Música y baile es lo que hace que su mundo gire. Y ahora, ya está pidiendo otra fiesta de baile con sus compañeros de clase.
¡Sí, Jac, tendremos otra fiesta de baile, para que te puedas mover a tu ritmo!
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