1 de Octubre de 2017 | De: Family to Family Network
Categorías: Apoyo para la familia
Recientemente estaba en el teléfono con mi amiga cuando a Ryan se le congelo la computadora. No podía hacer nada y se puso muy ansioso. Le dije que le ayudaría en cuanto terminara mi llamada. Si el problema de Ryan hubiera sido algo serio o que lo pusiera en peligro lo hubiera ayudado inmediatamente. Pero era solo la computadora; en mi opinión podía esperar unos minutos.
Claramente Ryan no pensaba lo mismo.
Siguió tratando de que lo atendiera. Traté varias cosas mientras hablaba con mi amiga, pero nada funcionó. Después le pregunte si había tratado de prender y apagar la computadora portátil, algunas veces eso funciona. ¡Volteó a verme y con una voz muy grosera me grito “Ya hice eso!”.
Mi amiga podía escuchar a Ryan por el teléfono y no podía creer que me hablara de esa manera. Ella conoce a mi hijo desde que está en carriola y estaba sorprendida de que se estuviera portando tan irrespetuoso. Le dije que le llamaba más tarde porque Ryan estaba teniendo una rabieta.
Afortunadamente tenemos un amigo maravilloso quien nos ayuda cada vez que tenemos un problema con la computadora. ¿Pero hablarle a las 10:00 de la noche? De ninguna manera. No era tan importante y Ryan podía esperar hasta la mañana siguiente.
Sin embargo, en el mundo de Ryan si era muy importante. Ryan le habló sin avisarme, le dejó un mensaje y colgó. Cuando nuestro amigo vio que tenía una llamada de Ryan nos regresó la llamada inmediatamente. No sólo era tarde además nuestro amigo había estado enfermo todo el día y Ryan lo había despertado. Me sentí terrible.
Mi amigo me guio por 10 minutos y la computadora funcionó. Le ofrecimos disculpas por haberlo despertado. Una vez que Ryan se había calmado le explique que esto no era algo lo suficientemente importante como para molestar a alguien a esas horas de la noche.
Aun cuando Ryan escucho mis palabras y estaba de acuerdo con ellas estoy segura que si pasa otra vez seguramente hará la misma llamada. Para Ryan es importante y el que yo le diga lo contrario no significa nada para él.
Le hablé a mi amiga y le expliqué lo que había pasado. No podía creer lo calmada que estaba después de lo grosero que Ryan había sido conmigo. Me cuestionó que si yo creía que su comportamiento era correcto. Yo le dije que no lo era. No creo que nadie le debe de faltar el respeto a alguien más.
Sin embargo, yo conozco a Ryan. Él no puede manejar la situación cuando su computadora, televisión o su cable tiene un problema. Su actitud se descompone completamente y no puedes razonar con él. Una vez que el problema se solucionó y él se calma, le digo que no aprecio su tono de voz ni la forma en la que me trató.
Yo no doy excusas para ayudar a Ryan, pero me he dado cuenta que cuando no puede lidiar con una situación no es el mejor momento para resolver lo que está pasando. La hora de poderle enseñar una lección es una vez que él se siente mejor y puede entender que su comportamiento fue inaceptable. Proveerle apoyo a tu hijo durante una crisis mental o problemas de comportamiento son cosas que pueden llegar a ser difíciles.
Puede encontrar ayuda adicional para ayudar a su niño en este sitio web bajo la sección la salud mental.
A medida que la tecnología avanza, ofrece posibilidades emocionantes, así como problemas.
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