Justo en el momento que pensabas que tenías un momento de respirar

Justo cuando nuestra familia se estaba acoplando un poco y nos sentíamos seguros de estar en el lugar que nos encontrábamos, otro gran cambio sucedió. Como si tener múltiples discapacidades no fuera suficiente para ponernos a prueba. La escoliosis de mi hijo llegó a un punto de no regreso. Eso significa que tenemos que hacer la difícil decisión de la cirugía.

Nuestro cirujano nos dice que ya no se trata de una opción, se tiene que hacer. Esperamos y rezamos por cuatro años para que su espina dorsal no se empeorara. Pero pasó.

Las cosas empezaron a avanzar muy rápido una vez que consentimos la cirugía. Le hicieron rayos X y fuimos a ver al cirujano. Hablamos de los tornillos y los huesos que le insertarían a mi hijo en la espina dorsal.

Nos juntamos con el psicólogo y el terapeuta ocupacional. Ya estaban buscando la mejor forma de preparar a Jac para la cirugía. También hablaron con el consejero para juntarle algunas historias sociales.

Este era solo el principio. La querida enfermera ya estaba preparando la junta para el equipo nuevo de doctores. También nos estaba preparando para las visitas que vendrían en el momento que Jac hiciera la transición a los doctores y especialistas de adultos. 

Así que justo cuando nuestros amados amigos médicos se estaban enfrentando a la aventura de mi hijo un grupo nuevo se les unía. Parece que tenemos que conocer un grupo nuevo de ángeles guardianes para este nuevo capítulo en la vida de Jac.

Jac está destinado a conocer gente nueva gracias a que es tan único.

Si necesitas más información acerca de cómo ayudar a tu hijo con una enfermedad crónica aquí la podrás encontrar.