Aprendiendo a confiar en mi misma

Cuando él tenía tan solo 5 años y medio, Jack llegó a mi casa.  Se quedaría solo por una temporada. Después de cuatro años y una designación de tutela, él está aquí para quedarse. Y aunque estoy comprometida a criar y ayudar a Jack en todo lo que pueda, esta tarea tiene muchos retos.

Jack ha sido diagnosticado con PTSD, trastorno del estrés postraumático, trastorno de oposición desafiante y ADHD.  Todo un repertorio de diagnósticos los cuales se ven claramente en su comportamiento, autoestima y estado de ánimo.

Investigaciones demuestran lo efectivo que es la crianza terapéutica cuando se trata de niños con condiciones de salud mental. Muchas veces los padres se convierten en una parte integral de la terapia. Ellos pueden brindar un apoyo terapéutico mucho más prolongado de lo que un profesionista puede lograr en una sesión de una hora una vez a la semana.

Cuando tú eres la cura, la parte negativa es esa misma… que TÚ eres la cura.

Tus técnicas de crianza, tu tono, tu estado de ánimo, tu disciplina y hasta tu postura se ven muchas veces criticadas. Los padres son entrenados por los terapeutas en como creen que tienes que interactuar con tu hijo. Puede ser muy complicado si tienes más de un terapeuta y más de una opinión en cómo debes disciplinar e interactuar con tu hijo.

Cuando tu hijo tiene problemas de conducta todo es muy fácil para que la gente te juzgue. Cuando un extraño te juzga como pésimo tu desarrollo en uno de los momentos más difíciles de tu vida, es como si le echaran sal a la herida. Pero cuando los profesionales también te dan una larga lista de las cosas que no debes de hacer, entonces si sientes que estas derrotado. Especialmente cuando sientes que nada funciona. Es muy difícil no tomarse a pecho todas esas críticas.

Nos ha tomado 4 años ajustarnos a esta rara y retorcida dinámica. Doy un 110% de mí solo para que me digan que no es suficiente. Al principio eso me despedazaba el alma. Pasé muchos días pensando que era la peor persona en el mundo.

Después de un tiempo, finalmente empecé a ajustarme. Las cosas eran como tenían que ser. Aun así, era difícil confiar en mi juicio y opinión. Me criticaba mucho. Tenía expectativas irreales de lo que podía lograr.  Lentamente me estoy acostumbrando a esto. Me estoy acostumbrando a que otros critiquen y juzguen la forma en la que crio a mis hijos.

Este es un proceso el cual envuelve aprendizaje y crecimiento. Lo más importante es que estoy aprendiendo a confiar en mi misma. Y aceptar que aun cuando me equivoco, mi enfoque esta 100% en crear el mejor resultado para toda mi familia. Nadie puede esperar más que eso.

Es muy difícil ser “la cura” para tu hijo.  Pero también es difícil pasar los primeros 5 años de tu vida enfrentando negligencia y trauma. Y poco a poco seguiremos juntos adelante.

Aquí encontraras más información que te ayudara a saber cuándo buscar ayuda de salud mental y  salud mental para niños con IDD.