20 de Marzo de 2018 | De: Marty Barnes
Categorías: Apoyo para la familia
Cuando tienes un niño con necesidades especiales de salud (de cualquier tipo), es fácil concentrarse en las cosas que no puede hacer o las cosas que no tiene, o lo que tú no puedes tener. Después que nació Casey, me encontré haciendo esto mucho. Estaba tan obsesionada con el hecho de que no podía tragar ni sonreír. Cuando nació no pudimos llevarla de inmediato a hacer mandados ni tampoco a que la gente la conociera como mis amigos lo hicieron con sus bebés.
Estaba tan enojada y celosa por las cosas que no podía, que comencé a caer en un lugar muy oscuro. Esto nos sucede a muchos de nosotros. Tal vez incluso la mayoría de nosotros.
Los primeros 2 años de la vida de Casey fueron muy difíciles para mí. No solo porque no estaba cuidando de mí, ni a mi matrimonio, estaba básicamente detenida en el tiempo y todo lo que hice fue mantener viva a Casey mientras caía cada vez más en un agujero del que no sabía cómo escapar. A menudo me refiero a esta etapa como mis años oscuros. Hablando con otros padres, me he dado cuenta de que todos tenemos tiempos oscuros. Algunos son cortos, otros son largos y algunos de nosotros todavía estamos atrapados allí, al igual que yo estaba al principio.
Sentirme mal por mí misma, celosa del mundo, triste y en duelo por la vida que pensé que iba a tener no estaba beneficiando a nadie, especialmente a Casey. Un día finalmente me di cuenta: tenía mucho por qué estar feliz. Yo fui la madre de la persona más increíble que he conocido. Ella era tan hermosa, tan fuerte y todos los días de su vida ella salió adelante a tanto.
En sus 10 años aquí conmigo, ella me enseñó mucho. Ella me enseñó lo que realmente es el amor. Ella me enseñó a ver lo que realmente importa en la vida. Y ella me enseñó a estar agradecida por lo que tengo y no a estar triste por lo que no tengo.
Cuando aprendí a ver la belleza de las pequeñas cosas y a celebrar todas las victorias, sin importar cuán grandes o pequeñas fueran, mi vida cambió. Ya no estaba en este agujero oscuro, pero en cambio, podía sacar el máximo provecho de cada día que tuve la suerte de compartir con Casey.
Si te encuentras en un momento difícil como yo, trata de encontrar una cosa, cualquier cosita, cada día que te traiga alegría. Concéntrate en eso y pronto también te darás cuenta que las otras cosas realmente no son tan importantes.
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