Mi evolución en la sala de emergencias

Tengo 3 adolescentes.  ¡Todos bajo el mismo techo! Mi segunda hija cumplirá los 14 años muy pronto.  Ella es medicamente compleja.  Ojalá hubiera una forma de saltarnos la adolescencia.

La semana pasada mi hija se enfermó.  Estuvo muy cerca de ir a la sala de emergencias.  Al final pudimos tratarla en casa. Pero pienso, “Cómo han cambiado los tiempos, ¡y como he cambiado yo!”  Ya no corrí a la sala de emergencia a la primera señal de que estaba enferma.  Esto ha sido un gran cambio a la mamá que solía ser.

Los primeros 5 años de mi primer hijo, pasamos al menos un día a la semana con el doctor.  Cada estornudo, fiebre, tos o dolor de garganta lo llevaba inmediatamente.

Pero ahora soy una mamá diferente.  Hay ocasiones que si amerita una visita a la sala de emergencias, pero tiene que ser realmente una emergencia. La sangre y las fiebres ya no me asustan.

Mirando atrás me doy cuenta que soy mucho más tranquila cuando se trata de cosas pequeñas.  Puedo evaluar mucho mejor cuando necesitamos atención médica.  El tiempo, las maquinas auxiliadoras, nebulizador, axiómetro del pulso y sondas para alimentar es lo que hace que te conviertas en este tipo de mamá.  Nos hacen más únicas, sabias y lo suficientemente fuertes para conquistar lo que sea.

La sección de Apoyo a la familia ofrece una variedad de información  para ponerse en contacto con otros padres y compartan ideas exitosas acerca de cómo pasar los años de la adolescencia con éxito.