9 de Agosto de 2018 | De: Jennifer Jordan
Categorías: Apoyo para la familia
Crecí en una casa que siempre estaba limpia y era muy acogedora. Mi mamá la decoraba –y todavía lo hace- para cada día festivo. Se veía como una fotografía sacada de una revista de decoración, pero muy cómoda. Había un lugar para todo y todo siempre estaba en su lugar. Nos enseñaron a recoger nuestras cosas. Todos ayudábamos a limpiar la cocina después de la comida, para que estuviera lista para la próxima mañana.
Yo así quería que fuera mi casa. Antes de tener hijos podía mantener mi casa decorada y organizada. Cuando nació nuestro hijo mayor todo se fue en picada. Tener hijos cambia tu vida. Tener un hijo con discapacidades cambia tu vida de una forma inimaginable. Cuando tienes un hijo con problemas médicos el tener una casa impecable no es importante.
Por un tiempo traté de mantener todo en orden. Pero después de unos años la ropa sucia pasaba más tiempo en los canastos, los trastes sucios pasaban más tiempo en el fregadero y la correspondencia se quedaba más tiempo en la mesa.
En días festivos, decoraba menos. La navidad pasada sin que pusiéramos el árbol. Fuimos a la casa de mis papás a pasar las fiestas y ellos se encargaron de decorar.
Algunas veces me siento culpable. Algunas veces creo que debemos de tratar un poco más. Pero la mayor parte del tiempo me siento bien con decorar menos. En lo que se refiere a la limpieza, tenemos a alguien que viene a la casa, una vez a la semana, a limpiar. Me ayuda muchísimo. La casa solo dura recogida muy poco, pero al menos está limpia por unos días.
Ciertamente mi vida no es como me la había imaginado. Sería perfecto tener una casa limpia todos los días. Pero no es mi realidad. Gasto mi tiempo y energía cuidando a mis dos niños, los cuales tienen discapacidades. Estar al tanto de sus necesidades –citas con doctores, terapias, escuela- es un trabajo de tiempo completo. Es también mucho más importante que mantener mi casa limpia.
Criar a niños con discapacidades es algo muy desafiante. Obtén más información en la sección de Apoyo a la Familia.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
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Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
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¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
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