8 de Noviembre de 2018 | De: Jennifer Jordan
Categorías: Apoyo para la familia
Cuando nuestros hijos tienen una discapacidad pareciera ser que a la gente se le olvida que pueden escuchar todo. Yo era maestra y veía que esto pasaba todo el tiempo. Los maestros hablan de los niños con discapacidad como si ellos no entendieran. Dicen cosas enfrente de ellos que jamás dirían enfrente de niños típicos. Es muy triste.
Estoy segura que en los últimos 11 años he dicho cosas que no debería en frente de mi hijo. Pero trato de no hablar del enfrente de él. Trato de que no se dé cuenta que estoy exhausta de cuidarlo. No quiero que piense que es una carga. Puede ser que esté cansada pero jamás será una carga para mí.
Desafortunadamente, me engancho mucho en darle de comer a mi hijo. No lo disfruto. Toma demasiado tiempo. Y honestamente creo que estoy un poco resentido. Necesitará ayuda para comer toda su vida. Lo más chistoso es que le gusta que lo alimente.
A la hora de la comida siempre me dice, “Tu turno” con su aparato para comunicarse. Creo que lo hace porque sabe que no me gusta. Cometí el gran error de decirlo en frente de él. No directamente a él, pero si en frente de él. Y siento mucho haberlo hecho.
Hace unos días su escuela hizo un desayuno para premiar a los estudiantes. Cuando llegué le pregunté a su ayudante si ya había comido. Dijo que me habían esperado en caso de que yo quisiera hacerlo. Yo dije “Oh no, odio darle de comer, prefiero limpiar el baño.” Me reí, pero había un abuelito cerca que me miró como si hubiera dicho la cosa más horrible del mundo.
Traté de explicar lo que quería decir, pero aun así me sentía muy mal. En ese momento, me juré nunca más quejarme de tener que darle de comer a mi hijo. Si a un extraño le afectaban mis palabras, seguramente a mi hijo también. No quiero que se sienta culpable por tener hambre. No quiero que sienta miedo de decirme que tiene hambre. No quiero que jamás sienta que me está haciendo perder mi tiempo.
Así que trata de tener cuidado con tus palabras. Ellas importan. Nuestros hijos las escuchan y las entienden muy bien.
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