Todos hemos oído mil veces: "Si no te cuidas, no podrás hacerte cargo de tu familia." Cuando te encuentres en un avión y las máscaras de oxígeno caen, tienes que ponerte la máscara tú primero y luego a tu hijo.
Para mí, comienza enfermándome. Enfermarse cuando estás cansado y estresado no es una cosa fácil. Estás tratando de hacerte cargo de tu familia de la misma manera que siempre lo haces y realmente no cuidas de ti. Te dejas desatendidas tus necesidades básicas y te esfuerzas por sobrevivir el día. Mejorarte te toma el doble de tiempo que debiera y todo el tiempo estás frustrado contigo mismo.
Cuando estás funcionando con baja energía, requieres de más tiempo y el estrés te podría querer jalarte los pelos, es cuando tu falta de cuidado a tu persona te cobrará la factura.
Pero ¿qué significa realmente cuidarse a sí mismo? Para mí, esto significa tomar demasiado tiempo de mi día para cuidarme y tengo cosas más importantes que hacer.
Pero no tiene que ser así.
Haciendo una retrospección 20/20, comenzaría a ver que si te has tomado el tiempo para ti mismo, ya sea el ver una película sola, una comida sola, o incluso un viaje al supermercado sin niños. Algo que te ayude a recargar las pilas y posiblemente prevenga de enfermarte.
El cuidado personal no tiene que ser una cosa enorme; puede ser algo tan simple como tener un pedicure o cerrar la puerta de la habitación y ponerte un par de audífonos para que puedas escuchar la música por un rato. O dar un paseo alrededor de la cuadra para visitar a un amigo que no has visto en algún tiempo.
Comienza con 5 minutos para ti e increméntalos como puedas.
Cualquier cosa que decidas recuerda simplemente cuán importante es esto. A nadie le gusta que andes resfriado y tosiendo cuando estás en el doctor con tus hijos, al igual que las visitas de terapia son una tortura cuando estás enfermo. Recuerda, nuestras familias nos necesitan a toda capacidad, así que toma tiempo para recargar y relajarte. ¡Mereces un poco de tiempo para ti!
Lee mas sobre cuidado personal en este sitio web.
Este artículo discute las emociones y mecanismos para afrontar la vida cuando tienes un hijo con una enfermedad compleja y confusa que amenaza su vida.
Mi hijo menor tiene muchos diagnósticos psicológicos y sus comportamientos estaban fuera de control.
Todo me parece una batalla. Una batalla frustrante y constante, ¿Es realmente así y por qué?