Cuidado personal para las mamás

Adoro a mi familia y uno de mis lenguajes del amor es el servicio. Como mamá, poner a otros primero parece casi innato. Nuestra abnegación es nuestro superpoder. Es algo hermoso, pero es igual que cualquier otra cosa, excederse puede convertirse en algo poco sano. Empezar a descuidarnos a nosotras mismas puede provocar que nuestra salud mental se vea afectada. 

Enseguida hay una lista de algunas cosas que aprendí para practicar el cuidado personal. Incluso he puesto en práctica algunas cosas para mantener mi cordura. 

• He aprendido a decir “¡No!”. No les tienes que explicar todo a todos. Es bueno desconectarse sin dar explicaciones. 
• Sé que esto no funciona para todos, pero intento mantener mi rutina de belleza. Últimamente, mi rutina ha sido tan sencilla como aplicar mi tratamiento de cuidado de la piel, seguido por una lujosa crema facial antes de acostarme. Lo importante de esto es que se trate de ti y que sea un motivo para programar un “tiempo para mí”.
• Encuentra un pasatiempo. He descubierto que disfruto mucho la escritura libre. También se me olvidó lo mucho que me encanta estar al aire libre y la naturaleza. Analiza cuáles son tus intereses y retoma tus viejos pasatiempos. 
• Este es importante: Cuida tu salud física y espiritual. Haz ejercicio, medita, crea hábitos alimenticios saludables. ¡Esto ha sido un cambio drástico para mí! Mi bienestar espiritual es muy importante. Soy madrugadora. Me levanto antes que nadie y empiezo el día leyendo la Biblia, aunque sea solo una escritura, acompañada de una taza de café súper caliente. 

También muevo mi cuerpo, camino o busco otras maneras de aumentar el movimiento. Recuerda, “si no lo usas, lo perderás”.

• ¡Se necesita de todo un pueblo! Encuentra tu “tribu” y no tengas miedo de aprovechar la amabilidad de tu “pueblo”. Esta es la parte en la que he tenido más problemas. No me gusta pedir ayuda. Pero lo que he visto es que la gente quiere ayudar. 
• Finalmente, es bueno buscar ayuda profesional si te encuentras en esa situación. El agotamiento del cuidador es real. Tienes que estar lo más sana posible para ti y tu familia. La salud mental es tan importante como la salud física. 

Después de todo, la clave es recordar quién eres. ¿Qué es lo importante para ti? ¿Qué disfrutas? ¿Qué te motiva? Libérate de la culpa de la madre y date más crédito por hacer lo mejor que puedes. Recuerda, “si mamá no es feliz, ¡nadie es feliz!”.  

El cuidado personal es una de las cosas más importantes que puedes hacer por ti y tu familia.