26 de Julio de 2018 | De: Marty Barnes
Categorías: Apoyo para la familia
Cuando Casey nació en el 2006, nos dijeron que no sobreviviría esa noche. Una noche se convirtió en dos y cada día nos decían que ese probablemente sería el último.
Después del primer mes de vida, el personal del NICU se quedó sorprendido y sin ninguna explicación real para nosotros. Todo lo que nos podían decir es que teníamos el tiempo prestado. Casey ya había sobrepasado la expectativa de vida que le habían dado.
Cuando finalmente la llevamos a casa, alrededor de los dos meses, nos dijeron que jamás vería su primer cumpleaños. En realidad, si lo vio y muchos más. Nosotros estábamos muy conscientes que nuestro tiempo con ella eventualmente se acabaría. Pero tratamos de hacer todo lo posible para prepararnos para ese día y hacer valer al máximo los días que teníamos a su lado.
No importa lo que todos te digan. Uno nunca puede estar preparado para perder un hijo. Y cuando lo pierdes nunca vuelves a ser la misma persona. Nunca se te va a pasar. Seguirás adelante y encontraras una forma de seguir viviendo, pero siempre existirá esa parte de ti que te falta o que te quiebra.
En los días que me encuentro más destrozada y otros al azar, Casey encuentra formas de mandarme mensajes. Hay veces que recibo muchas señales en un solo día. En otras ocasiones recibo señales de ella por muchos días seguidos. Y en otros no recibo ninguna. Nunca se cuándo van a aparecer, pero cuando las veo me siento muy feliz.
He hablado con muchas mamás que han perdido un hijo. Ellas también ven señales. Parece ser que todas tenemos algo en específico el cual sabemos que es de nuestro hijo.
Para mí son las mariposas o los elefantes. Para otra mamá son los arcoíris y para otra los zorros.
En ocasiones es una canción la cual toca en el momento adecuado. El otro día estaba en mi carro y me acababa de estacionar en un lugar en el cual contaría la historia de Casey. Ese día la estaba extrañando demasiado y estaba pasando muy mal día. En cuanto me estacioné la canción “Over the rainbow” empezó a sonar en el radio. Supe que era su forma de decirme que ella estaba conmigo. Esta era una de sus canciones favoritas. Sabía que ella estaba ahi. Eso me hizo sentir mucho mejor el resto del día.
Si has perdido un hijo o conoces a alguien que haya pasado por esto, esta información le puede ayudar.
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