21 de Julio de 2020 | De: Sharon Brown
Categorías: Apoyo para la familia
La salud de mi dulce hija era muy compleja. La mayoría de sus doctores estaban siempre tan desconcertados y confundidos con ella. Su doctor de cabecera era maravilloso y la entendía completamente, excepto por una parte importante: Su salud mental.
Él claramente entendía la parte médica de su cerebro, es decir, su diagnóstico de Síndrome de Alcoholismo Fetal (FASD por sus siglas en ingles) y otros diagnósticos degenerativos. Nunca mostró interés en sus problemas de salud mental. Era como si no existieran. Si yo lo mencionaba, el solía decir “¿Tiene ella un doctor de salud mental?”
Se que el trabajo del especialista es estudiar y tratar áreas específicas. Pero sería de ayuda por lo menos reconocer otras áreas.
La mayoría de los otros doctores de mi hija tenían enlistado su trastorno del estado de ánimo. Era notorio, pero no entendido. Como su madre, quería que sus doctores supieran un poco más de su salud emocional. Era muy importante para su estabilidad.
El tener estabilidad significaba tener una buena calidad de vida para ella. Si se hubiera dejado sin tratar, ella pudo perder esa calidad. Su vida podría ser amenazada. Ella nunca fue hospitalizada por problemas de salud mental, pero estuvo muy cerca.
Se que el personal médico no entendió sus problemas de salud mental. Cuando ella era admitida, yo tenía que estar al pendiente de abogar por su salud médica, pero tenía que hacer esto dos veces más por su salud mental. Los doctores decían que no había manera de diagnosticar un trastorno del estado de ánimo en una niña tan joven. Simplemente mencionaban una lista de medicamentos para la estabilidad de su salud mental.
Cada vez que esto pasaba, tenia que educarlos en su historial. Les enseñaba información acerca de niños y salud mental. Cuando ellos querían cambiar algunos de sus medicamentos de salud mental, yo les recordaba que tenían que contactar a su psiquiatra antes de hacer eso. Después les daba la tarjeta de presentación de ella.
Es muy difícil cuando tienes una hija tan compleja. Pero el abogar por ellos tiene que suceder para que reciban el mejor tratamiento.
Esta sección se enfoca en Salud mental y salud del comportamiento en niños.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
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Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
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¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
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