28 de Marzo de 2018 | De: Melissa Morphis
Categorías: Apoyo para la familia
Mi esposo y yo recientemente celebramos nuestro 18° aniversario de bodas. Aún recuerdo la primera vez que lo vi. Recuerdo lo que llevaba puesto, lo que estaba comiendo y lo que estaba haciendo. Recuerdo haber sentido una mariposas en el estómago. Era guapo, gracioso, dulce, amable, cariñoso ... ¿y te dije que guapo?
Con los años, lo he visto cambiar y convertirse en el hombre que es hoy en día, el hombre que todavía me provoca mariposas en el estómago. Él es un padre increíble para nuestros cuatro hijos.
Él amaba a mi hijo desde que lo conoció cuando tenía año y medio. Luego lo adoptó varios años después. El día que nuestro segundo hijo nació, él me tomó de la mano y conoció la preocupación. Recuerdo cuando le dieron a nuestro hijo y el amor brotó de su corazón, pero él era un hombre que no cambiaba los pañales.
Cuando nuestros dos hijos menores llegaron a nuestro hogar, él los amó incondicionalmente. Recuerdo estar sentada en el hospital mientras el médico nos informaba que nuestro hijo menor, quién tiene un trastorno genético, parálisis cerebral y estaba muy enfermo, podría no sobrevivir. Él agarró mi mano y me consoló.
Recuerdo todas las citas con doctores, las noches con niños enfermos, todos los "qué pasarían". Recuerdo la forma en que me tranquilizó. Él se ha sacrificado por su familia trabajando día y noche. Aceptaría un segundo trabajo para que nuestros hijos tuvieran regalos de cumpleaños o el equipo especial que nuestro hijo necesitaba. Y ni siquiera una vez se ha quejado. Así es como nos mostró su amor.
Mi esposo se ha sentido identificado con mi hijo menor de formas que no podría haber imaginado. Mi parte favorita del día es la mañana cuando escucho a mi esposo y a nuestro hijo menor alistándose para el día. Nuestro hijo tiene muchos problemas médicos y usa equipos ortopédicos para las piernas. Mi esposo lo guía amorosamente a través de cada paso y lo acompaña al autobús todas las mañanas.
Mi esposo cambió el pañal de nuestro hijo hasta que tenía ocho años y lo baña todas las noches y es extremadamente cuidadoso cuando le lava el pelo porque se asusta.
Tengo la bendición de tener un hombre y niños maravillosos en mi vida.
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