Pensando en voz alta para enseñar a resolver problemas

Los padres o cuidadores pueden ayudar niños, adolescentes y adultos a aprender habilidades para resolver problemas.  Esto no pasará de un día para otro, será un proceso.  sin embargo, no será un proceso complicado y es algo que tendrás que hacer intencionalmente.  

Habla en voz alta de todas las cosas que suceden durante el día.

Aunque parezca que tu hijo no te está escuchando, se irán acostumbrando al proceso de escuchar.  Aunque esta conversación parezca difícil e innecesaria –en ocasiones hasta vergonzosa- es una buena forma de que los niños aprendan a resolver problemas.

Aquí hay algunos ejemplos:

1. Mientras estas de compras, necesitas ir al baño.  En lugar de ir directamente al baño, habla de ello. “Necesito ir al baño.  No creo que pueda esperar hasta que llegue a casa. Me pregunto, dónde estará.  Creo que le preguntaré a alguien que trabaje aquí para que me ayude a encontrar el baño.” Habla de las diferentes formas en las cuales puedes diferenciar entre un empleado y uno que no lo es: credencia, uniforme, etc.  Después acércate a la persona y pregunta por el baño.  Sigue hablando en voz alta mientras sigues las direcciones del empleado y decides dónde vas a dejar el carrito de tus compras, etc.
2. En la mañana, necesitas escoger que ponerte.  En lugar de simplemente escoger algo y ponértelo, habla del proceso que haces naturalmente y en silencio todos los días. Ve afuera o revisa la aplicación en tu teléfono del clima para saber cómo estará el clima ese día.  Habla en voz alta de eso.  Usa palabras como “caliente” o “frio” etc. Después habla de que sería más apropiado vestir, si mangas largas o cortas.  Habla de tus pantalones, zapatos y calcetines de la misma manera.  Ir paso a paso en el proceso todos los días ayudará a tus niños a aprender a hacerlo igual.  
3. En las tardes, habla de las decisiones que tienes que tomar.  “hmmmmmm. Ya son las 10 en punto.  Me encantaría seguir viendo otro capítulo de este programa, pero mañana temprano tengo una cita con el doctor.  Necesito levantarme a las 6:00 a.m. para estar lista a tiempo.  Más vale que apague la televisión y me duerma, de otra manera no me voy a poder levantar a la hora que necesito hacerlo.  Supongo que mañana puedo ver otro episodio de este programa”.

Mediante estos ejemplos los padres pueden aprender lo que significa el pensar en voz alta.  

Al principio puede ser que te sientas extraño hablando en voz alta, pero en poco tiempo te sentirás cómoda con este proceso.

Después de algunas semanas de practicar este método, el padre puede cambiar el proceso mediante agregar preguntas.  Por ejemplo, el padre puede preguntar, ¿“cómo podríamos saber cómo va a estar el clima el día de hoy?” o “hoy estaremos a 89 grados, que será mejor ponerme manga larga o corta?”

Siguiendo este método nuestros niños pueden mejorar sus habilidades para resolver problemas.