13 de Agosto de 2019 | De: Sharon Brown
Categorías: Apoyo para la familia
La sociedad cambia a través de los años. Aprendemos a ser mejores. Esto es algo bueno. Sabemos la importancia de los derechos de igualdad y los derechos civiles. Seguimos aprendiendo formas nuevas y más amables de tratar a la gente. Todavía nos falta mucho por recorrer. Pero espero que el mantenerme al día con estos cambios y enseñándoles a mis hijos y a familia podemos hacer una pequeña diferencia.
En los últimos años he tenido que convencer a mi propio esposo que el lenguaje de las personas primero es mucho más que palabras políticamente correctas. Siempre he tratado se asegurarme que cualquier palabra que use alrededor de otras personas, no sean ofensivas para nadie. Como maestra, aprendía a estar muy consiente de mi propio lenguaje. También me enseñaron a incluir en mi salón a todas las culturas y etnicidades. Pero con mi esposo fue diferente, a él fueron nuestros hijos los que le enseñaron el valor de usar el lenguaje de las personas primero.
Cuando mi hijo mayor estaba en preescolar, su hermana pequeña fue diagnosticada con una discapacidad. Recuerdo como leía acerca de cómo explicarle las cosas a mi hijo. Esto fue hace más de 10 años. En ese entonces, el término para alguien con discapacidad era persona con necesidades especiales.
Usando ese término le enseñé acerca de su hermana y de sus necesidades de salud. Recuerdo lo orgullosa que estaba de mi por haberle enseñado lo políticamente correcto a mi hijo. Estaba muy orgullosa de enseñarle a mi hijo acerca de las personas y sus diferencias.
Lo que no sabía es que mi hijo pensaba que el término “necesidades especiales” significaba que su hermana era especial y él no. Cuando nos dijo esto a mí y a su papá, mi esposo entendió lo importante que era le lenguaje de las personas primero. No solo para las personas que tienen discapacidad si no para aquellas que están a su alrededor.
Las palabras tienen un impacto en la forma en que las personas se ven a si mismas. Es mucho más que solo palabras. También significa cómo nos tratamos unos a los otros. Esta lección tan importante fue enseñada a sus papás por un niño sin discapacidad y sus sentimientos. Usará el término de necesidades especiales ya no es apropiado, ahora se puede usar discapacidades o necesidades especiales de salud.
El lenguaje de las personas primero no cambia mucho. Esta es una referencia de los términos y cómo usarlos. También hay muchas historias de familias que hablan del lenguaje de las personas primero. Escribe “lenguaje de las personas primero” en el espacio de búsqueda para encontrarlas.
Trabajar desde casa permite centrarse en las prioridades. Primero, soy cuidador y, segundo, soy todo lo demás.
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Incluso aunque haya pasado mucho tiempo, es importante que los cuidadores empiecen a cuidarse a sí mismos. Ponerme al corriente con mi atención médica y hacer cosas solo para mí me ha hecho sentirme más feliz y saludable.
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¿Quién fue el que dijo: “nada permanece, excepto el cambio”? Ojalá que esa persona pudiera decirnos cómo manejar los cambios a quienes no nos gustan los cambios, ni siquiera los que son buenos.
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