1 de Junio de 2018 | De: Family to Family Network
Categorías: Apoyo para la familia
He vivido con mi hijo en el mismo departamento por los últimos 7 años. Hemos disfrutado mucho vivir aquí y nunca hemos tenido problemas con los vecinos. Todos tenemos una vida ocupada, pero cuando nos vemos en eventos de la comunidad o en el complejo de departamentos siempre nos saludamos amistosamente.
Desafortunadamente la discapacidad de mi hijo está afectando a nuestros vecinos de una forma que jamás me imaginé. Sucede que ellos han vivido ahí por 5 meses. Nuestros horarios son muy diferentes así que nunca nos cruzamos en nuestros caminos. Imagínate la sorpresa el día que mi vecina me tocó a la puerta a las 10:30 de la noche y me pidió que si podría mi hijo bajar la voz.
Además del autismo mi hijo, que es un joven, tiene síndrome de Tourette, así como desorden obsesivo compulsivo. Esto le causa que esté hablando constantemente consigo mismo, del mismo tema y en tono fuerte.
Aparentemente, las paredes son más delgadas de lo que pensaba y su voz tan fuerte no los dejaba dormir. Me explicó que se levantaba muy temprano y necesita dormir. ¡Me sentí terrible! Le expliqué la razón por la cual mi hijo habla constantemente y tan fuerte y ella se mostró muy comprensiva. Se la presenté a mi hijo y él se disculpó. Pensé que el problema estaba resuelto.
No pude estar más equivocada. A las dos semanas, me tocó en la puerta otra vez y estaba muy frustrada. Ella sabe que mi hijo no lo puede evitar, pero el ruido no los dejaba dormir. Me disculpé varias veces, pero sabía que tenía que hacer algo. Se podía sentir la tensión mientras hablábamos y tuve que contener las lágrimas.
El siguiente día fui a ver al gerente de los departamentos y le expliqué la situación. Le dije que una amiga me había sugerido instalar espuma para absorber el sonido. Aun cuando me sentía tranquila de tener una posible solución, me costaría $360 y no lo tenía contemplado en mi presupuesto. Afortunadamente un amigo me lo instalo gratis. Le mande un texto a mi vecina y me dijo que la espuma había ayudado un poco. ¿Cómo que sólo un poco? Yo pensaba que había ayudado mucho. Me agradeció mucho por ser proactiva y me dijo que me haría saber si el problema continuaba.
Amo a mi hijo, aunque sé que hablar fuerte y constantemente molesta a otros, no lo puede evitar y ese es él. Es muy estresante imaginar que vuelvan a tocar en la puerta. El tiempo lo dirá y espero que todo salga bien.
Los círculos de apoyo son muy importantes para los padres de niños con discapacidades. Algunas veces ayuda mucho el ponerte en contacto con otros padres que entienden que estamos haciendo las cosas lo mejor que podemos. Puedes usar el área de búsqueda en la página de Avancemos Juntos Texas, para encontrar grupos y eventos cerca de ti.
A pesar de las dudas de los demás, la cuidadosa atención de una madre a las señales verbales y no verbales de su hijo pone de relieve la importancia de escuchar a los niños con discapacidades y defender sus necesidades.
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