3 de Octubre de 2022 | De: Leslie Curtis
Categorías: Apoyo para la familia
Nuestro hijo Jackson no solo ama escuchar música pero también bailar. Cuando nos dijeron que Jac tendría que someterse a una cirugía mayor de la columna vertebral por su escoliosis, creo que lo que más me preocupó fue cómo afectaría su capacidad para bailar, incluso más que su capacidad para hacer sus rutinas diarias.
Es probable que Jac tenga mejores pasos de baile que cualquier otra persona en la familia entera, aun con movilidad limitada por la cirugía. Convirtió su recámara en un club de baile. Está equipada con una máquina de karaoke con luminarias, luces de discoteca y espejos grandes montados en las paredes para que pueda verse bailar.
Lo que más le gusta hacer ahora es encontrarme en cualquier parte de la casa que yo esté para que bailemos juntos. Cuando Jac baila, todos debemos bailar.
Ama las canciones de Disney y hace poco descubrió el baile de cupido. Le encanta escucharlo en dondequiera que estemos.
Ha puesto a bailar a sus terapeutas, maestros, compañeros de clase y familiares. Hemos bailado en la casa, en los consultorios médicos y en los supermercados. Jac tiene una energía contagiosa. Hace que te den ganas de bailar, y si no te dan, ¡se espera hasta que bailes!
Claro, hemos tenido que establecer algunos límites para bailar en público, como en restaurantes y salas de espera. Ahora cuando escucha su música me dice en voz baja “Mamá, baila con el dedo”. Entonces yo hago un gesto con mi dedo índice imitando el baile de John Travolta en Staying Alive.
Debo admitir que ver bailar a Jac me pone una gran sonrisa en la cara. Porque no le importa quién esté mirando ni cómo lo perciban, solo se entrega a la música. Este chico tiene muy buenos pasos de baile y hasta nos ha enseñado algunos. ¡Sigue bailando, Jac!
Disfruta y aprende de más historias que Leslie ha escrito sobre Jac.
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